Una crítica muy crítica al libro Calibán y la bruja de Silvia Federici

Hola a todos:

Fuente: Librería Lé
Hay ciertos libros que bajo la etiqueta de «Historia» despliegan una ideología que poco o nada tienen que ver con la práctica historiográfica académica. Entiendo que la objetividad es una quimera, pero no la honestidad intelectual a la hora de trabajar temas históricos. Las apropiaciones no vienen de una ideología concreta y, personalmente, me molestan vengan del espectro que vengan. No, no es equidistancia, es no estar de acuerdo en que utilicen la Historia de una manera tan torticera, sea cual sea el objetivo de la utilización.

Hace un tiempo ya me ocupé de Roca Barea y sus delirios imperio-fóbicos, y hoy voy a hablar de un libro que es superventas y que ha llegado a ser una referencia muy utilizada por muchos estudiantes. Estoy hablando, como el título indica, de Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria de Silvia Federici (2004). Parte de su éxito puede radicar en que está disponible bajo licencia Creative Commons, aunque también puedes comprarlo en papel. Como veréis es la antítesis intelectual, al menos en muchos puntos, de la citada Roca Barea.

Bien, llegados hasta aquí, comencemos por el final: quien quiera un texto político encontrará buen acomodo en el libro, pero su valor historiográfico, siendo amable, es más que discutible. Ahora, las pruebas; con las citas que cojo de entre las páginas 223 y 226 voy más que servido; tampoco es vocación de un espacio como el que dispongo en este artículo el ir mucho más allá. Vamos a ello:
La caza de brujas rara vez aparece en la historia del proletariado. Hasta hoy, continúa siendo uno de los fenómenos menos estudiados en la historia de Europa o, tal vez, de la historia mundial (...) El hecho de que las víctimas, en Europa, hayan sido fundamentalmente mujeres campesinas, da cuenta, tal vez, de la trasnochada indiferencia de los historiadores hacia este genocidio (pp. 223-224).
Este mensaje es reiterado en otros muchos párrafos del libro. ¿Fenómeno poco estudiado? ¿Indiferencia por parte de los historiadores? ¿Perdón? ¡Si es que es absolutamente lo contrario! La cantidad de seminarios y publicaciones sobre brujería de cualquier índole es abrumadora

¿Indiferencia? Lo sorprendente es que la autora tiene una bibliografía bastante digna y cita clásicos básicos como los de Levack y Ginzburg. ¡Es que ya solo con la bibliografía que citan estos autores puedes leer tranquilamente cinco años!

Anciana acusada de brujería en el film Häxan (1922). Fuente: Pinterest Licencia Histórica.

Tentado queda uno de preguntarse si realmente se los ha leído o no. Atentos también a los clamorosos agujeros de la citada bibliografía, como El abogado de las brujas de Henningsen o lo mucho escrito por Caro Baroja. 

Hablando de los estudiosos de la caza de brujas dice: «Al tiempo que deploraban el exterminio de las brujas, muchos han insistido en retratarlas como necias despreciables que padecían alucinaciones». Habla en pasado, ¿hablará del siglo XIX? (porque no puede tener otro sentido). Me atrevería a decir que en ninguno de los libros sobre brujería que he leído (y "alguno que otro" ha pasado por mis manos) nunca he encontrado afirmación similar (disparatada, por otra parte). Por supuesto, no hay nota que apoye tal afirmación.

Al revés, siempre hablamos sobre mujeres solas y pobres o al menos de clase humilde, que en muchos casos son perfectos chivos expiatorios de una convulsa época. Quien quiera saber más de esto que lea, porque es complejo: guerras de religión, nacimiento de los estados modernos... y sí, también la imposición de un protocapitalismo. Porque hablar de capitalismo y proletariado antes del XIX me genera enormes dudas. ¡Ojo!, digo dudas, aquí se me podría argumentar lo contrario. Hay una corriente historiográfica que lo hace. Puede que peque de nominalista en este caso. 

Cuidado, además, la caza no fue solo de mujeres ni fue la primera. Aquí el pueblo judío tiene un poco envidiable protagonismo y creo que los moriscos también tienen algo que decir en la península, hombres y mujeres. Porque al final son todos lo mismo, minorías que son víctimas perfectas como cabezas de turco de los males de la sociedad del momento.


La bruja del film Dies Irae es torturada. Fuente: El Gabinete del Doctor Mabuse

Ahí va otra afirmación de esas que me deja alucinado: «Solo el movimiento feminista ha logrado que la caza de brujas emergiese de la clandestinidad (...)» (p. 225). Me pregunto qué opinará allá en la otra orilla Julio Caro Baroja de tal afirmación o Miller con su célebre obra El crisol (1953). Lo que sí ocurrió en la década a la que la autora se refiere (supongo que la de los sesenta, con Mayo del 68 como hito), es un renovado interés, de nuevo, por las minorías. Mujeres, pero también esclavos, afroamericanos o los nativos americanos.

Vamos con otra que también es para enmarcar y que aparece a continuación de la anterior: 
Las feministas reconocieron rápidamente que cientos de miles de mujeres no podrían haber sido masacradas y sometidas a las torturas más crueles de no haber sido porque planteaban un desafío a la estructura de poder (p. 225).
Me pregunto qué desafío a la estructura del poder podían plantear, vuelvo a Salem, la esclava Tituba, Sarah Osburn o Sarah Good, todas ellas consideradas marginadas por la sociedad que las rodeaba más allá de ser (de nuevo) minoría y carne de chivo expiatorio. Golpeadas, zarandeadas y manipuladas sin piedad. ¿En qué desafío al poder incurrió la madre de Ann Putnam cuando indujo a su hija a delatar a sus vecinos por cuestiones de tierra y poder? Excepciones hay; podríamos hablar aquí de Martha Cory al negarse a creer en las acusaciones de brujería, pero no podemos hacer de la excepción la regla. 

La regla son las mujeres que algunas buenas películas nos han retratado, como podéis ver en las fotos que acompañan este artículo. Lejos de plantear desafío alguno, fueron víctimas tratadas con crueldad infinita por el poder por un delito inventado de muy complejo análisis histórico donde entra, por supuesto, la misoginia, pero también razones políticas, sociales, económicas o religiosas.

El drama de las mujeres acusadas de brujería no necesita, en mi opinión, aditamento alguno de «libertad o enfrentamiento al poder». ¡Es que no tuvieron ni oportunidad de hacerlo! Reitero: cosificadas, maltratadas, silenciadas, torturadas... víctimas propiciatorias de libro a las que flaco favor hacemos tergiversando su mundo. El estudio de la brujería es un tema muy serio, y por eso me dedico a él. A entender la locura que llevó a machacar sin piedad a mujeres por el simple hecho de serlo. Recuperar sus voces, entender la dinámica de la caza y explicar sin floritura alguna a estudiantes y sociedad en general me parece una deuda que tenemos para con ellas, y la mejor manera de vacunarnos contra la misoginia.

La realidad surgida de los distintos estudios historiográficos serios sobre brujería ya son lo bastante explícitos sobre la misoginia,y aquí Federici tiene toda la razón, no necesitamos caer en mistificaciones y manipulaciones históricas que temo serán armas en manos de aquellos que están deseando desatar otra caza. 

Comentarios

  1. Entré aquí esperando encontrarme con una crítica desde una visión que abordara más en la colonialiadad y las dinámicas que se dieron en la América colonial y me encontré con una crítica que es por lo menos muy simplista y no llega ni siquiera a tocar el argumento principal de la autora sino que se concentra en argumentar porqué la cacería de brujas es un tema ya suficientemente estudiado (aunque no dice desde qué perspectiva se han hecho estos estudios) y en caer en repetidas ocasiones en estereotipos primero misóginos donde reproducen la imagen de mujeres como eternas víctimas con cero capacidad política y segundo, dejan ver la falta de lectura -o entendimiento- que se le dio a la obra, pues desde el primer capitulo la autora se empeña en explicar el peligro que constituían los movimientos sociales, las protestas y las formas de resistencia que desafiaban al status quo de la época, entre ellos se encontraban los movimientos comunales y de mujeres que difundían saberes ancestrales y defendían la autonomía reproductiva. Te explico que es aquí donde queda claro cómo desafía las estructuras de poder en tanto que el capitalismo requiere fuerza de trabajo y cuerpos que realicen dicho trabajo en una época donde la mortalidad era elevada, de esta forma las prácticas que abogaban por una autonomía reproductiva trasgredían ese orden, es aquí donde se comienza a perseguir los saberes ancestrales y las resistencias comunales o la brujería. Decir que masacraban a mujeres por el simple hecho de serlo le resta profundidad al tema y no deja ver las intrincadas relaciones de poder que se construyeron a partir de ese epistemicidio y genocidio. Ni hablar de la nula profundidad y entendimiento en tu crítica de la colonialidad, donde las categorías de género eran muy distintas a las europeas y los saberes de las mujeres así como las deidades femeninas tenían un poder muy grande en sus comunidades y por lo tanto, resultaban más amenazantes para los intereses de los colonizadores empeñados en imponer el capitalismo. Espero puedas leer la obra con la profundidad que se merece.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo primero gracias por tu tiempo invertido en la respuesta y me disculpo por la tardanza en responder. Vamos por partes.
      1. Ya aviso nada más que empezar que es una crítica centrada en lo que a mi parecer es más importante. El tema del colonialismo, efectivamente, es muy importante aunque no para mí más centrado en España. En cualquier caso la lógica de la caza de brujas fue exactamente igual aquí que en América dado que los inquisidores bebían todos de los mismos textos. Evidentemente existieron diferencias cuando se toparon con la sociedad americana. Pero permítame...parafraseando a un especialista que acabo de leer sobre el tema dice que " Las diferencias fueron sutiles pero de suma importancia."
      2. Lo siento pero hablar de capitalismo en los siglos de la caza de brujas me parece cuando menos arriesgado y más si nos centramos en el modelo económico de la monarquía hispana en América. Y para mí este es el argumento principal para la autora y con el que no puedo estar de acuerdo.
      3. Dígame una sola mujer ante un tribunal inquisitorial español o americano que desafiara al poder y me cambiaré de opinión. Efectivamente algunas mujeres consiguieron independencia tanto económica como personal ejerciendo sus saberes pero nunca existió un esfuerzo consciente por desafiar el poder. Para encontrar a mujeres que desafiaron el poder habría que ir a mujeres como Santa Teresa, que tenían el conocimiento y la consciencia para hacerlo.
      4. Muchas de estas mujeres asumían el papel de brujas de manera consciente, sabiendo que mentían, como medio de vida y para intentar protegerse de la violencia que contra ellas se ejercía. Son mujeres en su mayoría ancianas, viudas, sin familia y pobres. Con este bagaje poca oposición se puede hacer a nada ni a nadie. Sería revolucionario encontrar en estas mujeres una intencionalidad política o de grupo. No son estereotipos misóginos, crítica que me duele, es lo que me encuentro en los archivos. Por eso me encanta Eleno de Céspedes, porque desafió el sistema pero ojo, desafió al sistema porque quería ser hombre. ¿Usted sabe la suerte que tendría de encontrar a una bruja que desafiara al sistema? Sería oro.
      5. Donde usted ve autonomía reproductiva yo veo simplemente, a la luz de los legajos que he utilizado. mujeres que se deshacen de sus hijos fruto de violaciones tanto dentro como fuera del matrimonio o, simplemente, incapacidad para hacerse cargo de una prole excesiva. Le recomiendo al respecto "Brujería y metáfora el infanticidio y sus traducciones en Aragón (s XVI-XVII)" de María Tausiet.
      6. Usted me critica que no digo sobre qué perspectiva se han hecho los estudios que comento. Puede ser que sea hijo de mi tiempo pero recelo profundamente de escuelas o perspectivas. Para mí hay buenos y malos trabajos y fíjese lo que le digo, en su mayor parte están escritos por mujeres. La perspectiva es indiferente si hay un buen trabajo de fuentes tanto primarias como secundarias.
      En cualquier caso, un blog no es el sitio más adecuado para discutir de tan complejo tema y me disculpo si en algún caso por ser breve no he perfilado bien mi crítica. Agradezco igualmente, y de manera sincera, porque me ha hecho pensar y dedicar un rato a hablar de un tema que me fascina. Un saludo y sigamos aprendiendo unos de otros.

      Eliminar

Publicar un comentario

Rogamos que se respeten las reglas gramaticales y ortográficas en los comentarios.

Las faltas de respeto, la publicidad, spam, o cualquier otro comportamiento inadecuado implicarán la eliminación del comentario de manera taxativa.

Entradas populares