Siete preguntas básicas que debe hacerse cualquier historiador sobre la naturaleza de la Historia.

 Hola a todos:

No es la primera vez que en este blog asoma la patita la incompatibilidad ante la que el mundo actual pone al profesional de la Historia. Por un lado se nos pide excelencia y por otro una gran producción académica, de gran calado, con el agravante de la velocidad con la que se publican trabajos en cualquier especialidad,. lo que hace mucho más complejo estar actualizado, sin tiempo para la reflexión necesaria. Supongo que es común a todos aquellos que investigamos y que no es propio o exclusivo de estos tiempos. Ya Fray Luis de de León se quejaba de esto en su Oda I- Vida retiradapero, como dijo Ortega y Gasset ,"yo soy yo y mi circunstancia". 

Alberto Durero, Melancolía I, 1514. Museo Británico, Londres. Fuente: Researchgate.

Con todo lo anterior, corremos el riesgo de ir por la vida cual pollo sin cabeza, más preocupados por el cuánto publicamos que por el cómo. Sin preguntarnos la cosa más importante: ¿qué es ser historiador? Seamos serios: la oda a la vida retirada, como demostró nuestro fraile citado, está al lado de los unicornios que pastan junto al buen salvaje, soñado en la Edad Moderna y popularizado por Rousseau. Entiendo que es difícil sacar un rato para pensar en nuestro oficio y nuestro discurso, pero creo que hoy más que nunca es necesario

Fuente: Siglo XXI.
Eso es lo que me pasó el otro día que andaba trasteando entre libro y libro cuando volví a hojear el magnífico libro de Keith Jenkins titulado Repensar la historia. Me quedé clavado en el comienzo del capítulo dos, donde el historiador nos lanza siete preguntas de difícil respuesta, pero que es imprescindible plantearse si queremos hacer un trabajo histórico de calidad. 

Por supuesto, Jenkins trata de dar respuesta a las mismas a lo largo del citado capítulo y, reitero: ni es fácil ni existe una respuesta correcta. Parafraseando una película, si quieren ustedes LA VERDAD acudan a una clase de filosofía. 

Podría haber optado por hacer tantas entradas como preguntas hay e ir desgranando las respuestas de este historiador. No descarto hacerlo, pero por ahora quiero dejaros buscar vuestras propias respuestas. Si quieres compartir las mismas estaremos encantados de leeros en comentarios. 

Vamos con ellas. La primera va a la yugular y, como ven, la película antes citada no iba desencaminada:

1. ¿Cuál es el estatus de la verdad en el discurso histórico? 

Si la primera ya nos pone en un compromiso con el tema de la verdad, seguimos jugando fuerte con el tema no menos espinosos, el de la objetividad en la historia.

2. ¿Existe algo parecido a una historia objetiva (podemos hablar de «hechos» objetivos, etc.) o es la historia sólo interpretación?

Verdad, objetividad...¿se puede complicar más? Obviamente, contemos con los sesgos.

3. ¿Qué es el sesgo histórico y qué problemas supone intentar que desaparezca?

La cuarta es muy divertida y actual. Algo de lo que todo el mundo presume y pocos poseen. No, no es dinero, hablamos de empatía. Y ojo, los historiadores no hablamos de intentar empatizar con nuestro vecino del quinto, sino con un molinero del siglo XVI. Ahí lo llevas.

4. ¿Qué es la empatía? ¿Se puede conseguir? ¿Cómo y por qué? Si no podemos lograrla, ¿por qué nos parece tan importante intentar establecerla?

¿Se puede complicar más? ¡Siempre!. Reflexionemos sobre la materia prima de nuestro trabajo, las fuentes

5. ¿Qué diferencia hay entre las fuentes (vestigios) primarias y secundarias? ¿Y entre la «evidencia» y las «fuentes»? ¿Qué implica esto?.

Si aún tienes ánimo para meterte en más charcos, vamos con conceptos que en muchas ocasiones utilizamos sin apercibirnos de toda su complejidad.

6. ¿Qué podemos hacer con los pares de conceptos causa-efecto, continuidad-cambio o similitud-diferencia? Es posible conseguir con ellos lo que se os pide que hagáis? 

Tranquilos, que ésta es la última. Acabemos por todo lo alto para rematarnos si aún no nos ha estallado la cabeza. Cortita pero matona.

7. ¿Es la historia un arte o una ciencia?

Con solo plantearnos esto ya os tengo entretenidos para una semana mínimo. 

¡Un saludo a todos!

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