La duda es el principio de la sabiduría

Hola a todos:

No sé si este artículo que me dispongo a escribir podría llamarse de "terapia histórica", "terapia historicista", o algo así. No lo sé, estoy pasando los días más extraños del confinamiento entre el estupor y la reflexión. Son días en los que no me apetece compartir nada porque estoy en un mar de dudas en cuestiones que creo capitales. Más que no tenga ganas de compartir es la sensación de que no puedo compartir nada de valor en estos momentos. 

Me digo que es lógico, que la la situación y el ritmo de trabajo me han vaciado, pero sé que me estoy mintiendo. Que algo ha cambiado para siempre y que la "nueva normalidad" tendrá mucho de nueva pero que de normalidad un pimiento, por no ser más soez y explícito. No hay que ser un lumbreras para darse cuenta que un nuevo periodo histórico ha empezado. Ni la más remota idea de si será a mejor o peor o regular, aunque mis temores guardo. Soy historiador, no futurólogo.

Me he alejado de los balcones y del ruido de redes sociales y medios de comunicación. Paseo cual alma en pena ojeando libros de mi biblioteca buscando algo que me ayude a reubicarme. Recelo profundamente ahora mismo de todos aquellos que exhiben argumentos y sentencias tajantes. No sé si son insensatos o iluminados o ambas cosas a la vez. Un ejemplo de mis búsquedas en los libros; desde ayer estoy dando vueltas a esta frase de Julio Caro Baroja que podéis encontrar su libro Los Baroja:
Yo soy un defensor de la variedad, del matiz, de la excepción si se quiere, y creo que el hombre tendrá que volver a reconstruir su vida a la luz de la idea del pluralismo de los orígenes y fines de las cosas.
No voy a glosarla ni comentarla. Ahí lo dejo. Ahora mismo tengo algunas intuiciones de lo que hemos vivido, pero no dejan de ser intuiciones. Veo muchos ecos históricos en muchas de las actitudes que hemos visto de la gente en la pandemia. No creo que los ahora llamados "policías de balcón" sean nuevos. Intuyo que tampoco hay nada nuevo en las actitudes de histeria colectiva que hemos vivido. Sí, hablo de "madrileños por el mundo". La histeria a los capitalinos portadores de la peste inundando tranquilos pueblos. Las imágenes de carreteras cortadas con barricadas ardiendo fueron una performance que a Torquemada le habría tocado su ardiente corazoncito. 


El pensador de Rodin ubicado en las puertas del infierno. Buena metáfora...Fuente: La Razón de México.
Trasciendo la anécdota. Anteayer todos los vascos eran etarras, ayer todos los catalanes eran el demonio y su cohorte, hoy los madrileños son una plaga. Evidentemente ni vascos, ni catalanes ni madrileños son nada de esto, pero como bien me hizo ver un buen amigo, es la primera vez que por mi condición de madrileño me veía en estas. Quiero entender qué mecanismos se ponen en marcha para que estos "pensamientos mágicos" triunfen y aviso que ahondaré más en dicho término. 

Aquí estoy más preparado para entenderlo pero me reservo un tiempo de lectura reposada. El vasco/catalán/madrileño de los últimos 30 años en España es la bruja, el judío que echa polvos en los pozos para extender la peste con la aquiescencia del morisco. Quiero entender bien el mecanismo para no caer en el mismo error. Soy realista, esto lo haremos cuatro pirados, verás cuando nos veamos en vacaciones o en nuestra vida diaria interactuando. Temo el reencuentro, sinceramente, pero creo que la Historia será para algunos una buena vacuna contra la peor de las plagas, el miedo. Ya sabéis...
El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Veo mucho miedo en ti
Fuente: Faceboock de la Sociedad de Filosofía aplicada.
Y es lógico tener miedo. La Covid ha sido para nosotros nuestro Titanic. Un bichito minúsculo puso en jaque al mundo más pagado de sí mismo, posiblemente, de todos los tiempos. Pero el miedo tiene que dar paso al raciocinio. Creo que el bichito nos ha dejado a la vista demasiadas costuras de nuestro mundo. Tiempo y expertos analizarán todas y creo que muchas las cerraremos en falso hasta la próxima, cual mal alumno lo dejaremos todo para mañana.

Una de esas costuras es que estamos muy lejos de vivir en un mundo científico. El pensamiento mágico, y aquí vuelvo a él, sigue vivo y alegre campando entre nosotros. Si por algunos fuera, las hogueras volverían a prenderse. No tenemos, en líneas generales, ni la más pajolera idea de ciencia, a la que confundimos constantemente con tecnología (y no, no es lo mismo). Como no la entendemos creemos que es cosa de "chamanes y magos"; de ahí a quemar antenas de 5G no hay más que un paso. 

Aquí damos con una costura muy profunda. La educación. Señoras y señores: esto tiene que cambiar de manera radical. Profesionales, grandes profesionales, tenemos. Ganas y medios también, lo que falta es un gran pacto por la educación. No creo que la educación sea campo de juego de la ideología. Ayer leí una sentencia de Ortega y Gasset que me fascinó: 
Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas. 
Cuidado, no hablo de este relativismo tan propio del mundo postmodernista en el que nos ha tocado vivir, sino de crear una conciencia crítica. Sí, ya sé que esto queda muy de Miss que dice querer la paz en el mundo, pero es un ideal al que al menos tenemos que tender. Por cierto, quien crea que "esto solo pasa en España" le invito a que se informe un poco. España no es una rara avis, Ya está bien de leyendas rosas y negras. 

En cómo hacer esto y de todo lo que he hablado, reitero que solo puedo ofrecer dudas.Ya me gustaría que la sentencia de Aristóteles que abre este artículo se cumpliese en mí y estuviera en el principio del camino de la sabiduría, pero sí que sé que el principio al que tenemos, tengo, que volver. Acabo de sacar todos los libros de Aristóteles, de Descartes, de Santo Tomás... vuelta a la Filosofía. Necesito empezar por el principio en la búsqueda, volver a rearmarme intelectualmente. Volver a Mesopotamia, Egipto, Roma, la Edad Media... para coger perspectiva.

Aunque muchos hagamos esto no creo que las dudas terminen nunca, pero entiendo que con ello se generará empatía, raciocinio,sosiego y serenidad. Mucho me temo que nos hará falta toneladas de todo lo anteriormente expuesto si no queremos ir a un mundo mucho peor. 

Buenas tardes a todos y ánimo.

Comentarios

  1. Muy buen articulo, me gusta como redactas, personalmente me he leido un poco la biografía de Aristóteles y me ha llamado la atención tu titulo precisamente.

    saludos!

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