No solo «Contra Amazon»

Hola a todos:

No, con el título no pretendía un clickbait facilón. Hago referencia al título de la fantástica obra del profesor y escritor Jorge Carrión y su libro Contra Amazon. Como podréis comprobar en el enlace, lo vende... Amazon. En el mismo me han sorprendido algunas críticas hacia el libro, pues muchos lectores esperaban encontrar una obra que hablara exclusivamente sobre el tema y se sienten «engañados». No sé, yo cuando compro un libro miro el índice y ya allí queda claro que la obra no es en absoluto eso. No entiendo las críticas, que son pocas pero injustas.

El libro, para mí un gran ensayo, en resumiendo mucho son una serie de capítulos hablando del mundo del libro y de las librerías. De hecho, es un canto de esperanza al siempre denostado oficio de librero y, para ello, Carrión nos lleva de la mano a librerías alrededor de todo el planeta. Muy en la línea de su también fantástica obra Librerías.

Entonces, ¿de dónde sale el título? El único momento en que Carrión habla de Amazon en profundidad es en el primer capítulo, donde se recoge un manifiesto llamado «Contra Amazon» escrito en 2017 y que tenéis por la red de manera gratuita (aquí os dejo el enlace).

Entre las críticas entresaco algunas que, a mi torpe juicio, son las más interesantes. Para empezar, es cómo Amazon se escuda en la libertad de pensamiento y en no apoyar la censura para dar cobijo entre sus productos a obras de corte totalitario, antisemita y otras lindezas. No soy tan ingenuo como para creer que lo hacen porque apoyen tales opciones o por oscuras conspiranoias. A Amazon le da todo igual si vende.

Amazon elimina, en aras de una supuesta eficiencia, el factor humano; y eso, si tienes la suerte de contar con libreros de cabecera, sabes que es un despropósito. Además Amazon, buscando beneficio y rapidez, impone a la industria del libro unas condiciones draconianas a grandes y pequeños. Si te parece buena idea, piensa que de imponer condiciones a imponer líneas editoriales hay un pequeño paso.

Paso de puntillas, porque no es exactamente de lo que tratamos aquí: la oscura política fiscal y uso de datos de la compañía. Lo hago así porque no tengo ni idea de estos temas, pero lo dejo reflejado por si aún queda algún despistado. Por lo que no puedo pasar es por la pavorosa realidad de que Amazon sabe lo que lees y te cataloga. Y no solo eso: si tienes su aparatito de lectura sabe a qué velocidad lees, qué es lo que subrayas... Sería interesante saber qué puede hacer Amazon con toda esa información, porque si la recogen seguro que no es por meros motivos culturales.

¿Es Amazon entonces el «demonio» que está acabando con la diversidad editorial y con las librerías «de toda la vida»? En mi opinión, es parte del problema, pero no el mayor sobre la problemática en torno al libro. Me explico. Si entráis en los libros más vendidos en la plataforma, veréis que, por lo general, son libros autoeditados y suelen ser novelas románticas con más o menos carga erótica y, en menor medida, novela histórica o policial. Si buscáis ensayo, los autores más recurrentes suelen ser Pérez-Reverte o Jiménez Losantos, y aguantan poco entre los diez más vendidos.  Libros «gordos», ensayos de peso inexistentes.

Si los libros más vendidos son, como decía, novela romántica, policíaca o histórica, no es complicado imaginar al «lector tipo» de este aparatito y de lectores en general. Dejo una gráfica bastante interesante sobre edad y sexo de los lectores en España:


Fuente: CEGAL

Personalmente dudo de la sinceridad de muchas de las respuestas sobre hábitos lectores... Está mal visto decir que no lees. Me baso en mi experiencia personal cuando dudo muy mucho de los datos de lectura entre lectores entre 14 y 24 años. Dudo al menos de la «cocina de los datos», de la elección de la horquilla de edad. Me temo que si la acotáramos entre 17 y 24 años, los datos serían dramáticos.

Hable usted con cualquier profesor universitario de humanidades, ¡de humanidades!, y pregunte si es fácil o no que los alumnos lean. Todo ello con las siempre obvias excepcionesLa prueba de la decadencia de la lectura entre universitarios es que la UAM pasara meses sin librería por cierre de la histórica plantilla de libreros. Siendo historiador, no lo entiendo. Siempre digo medio en broma, aunque mucha verdad hay en lo que digo, que en mi época universitaria gasté la mitad de mi sueldo en libros y la otra mitad en actividades... recreativas. Si ni los propios universitarios leen para sus estudios...

Creo que el problema, el gran problema para el mundo del libro, no se llama Amazon. Se llama falta de lectores y falta de reposición de los mismos. No sé qué ocurre para que los jóvenes dejen de leer, pero algo falla y doctores tiene la Iglesia. Algo falla si entre los 20 y los 50 leemos poco o nada. Si faltan lectores ni qué decir tiene que el lector de fondo cada vez es más difícil de encontrar. Siempre fue minoritario, y es lógico que así sea, pero ahora la situación del mismo se antoja agónica. Y así ocurre, que libros clásicos de distintas especialidades duermen en el limbo de los descatalogados.

Si desciende el número de «compradores de libros», que no de lectores, y estos optan además por comprar en Amazon, que me lo trae en dos días a la puerta de mi casa, ponemos en riesgo las librerías. Solo compraría en Amazon libros por un motivo, y es que el libro que busco esté editado en otro país.

Mis motivos para no comprar en Amazon es que, para empezar, el libro me vale lo mismo en Amazon que en cualquier librería. ¡El precio del libro es fijo! Para continuar: aunque no lo tengan, prefiero pedirlo en una librería. No soy un neoludita, es que simplemente no quiero salir un día a la calle y no poder ir a ninguna librería porque Amazon y nosotros, cómplices necesarios, nos las hemos cargado. Para mí, ir de librerías es parte fundamental de mi tiempo de ocio. Perderme entre libros y ojear cual cazador mi propia presa es mucho más gratificante. ¡La de joyas que no tendría ahora si no hubiera buceado durante horas en ellas!

Estoy cansado de leer noticias «lloronas» de tal o cual librería que cierra con miles de comentarios diciendo que es una pena porque allí comprabas libros. ¿Cuánto hace de aquello? ¿Qué lees y cómo lo compras? Un día nos veremos todos en el Mall bebiendo refrescos en lata y comprando libros del último youtuber de moda, y ya de nada servirán llantos y lamentos. En fin...

Un saludo a todos.

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