Historia Medieval: la gran maltratada

Todos los que somos Historiadores hemos tenido que escuchar a mucha gente que se cree con derecho a criticar nuestras decisiones. Que por qué estudiamos Historia, si eso es el pasado y hay que mirar al futuro. Que sí, que es muy bonito, pero nunca vamos a encontrar trabajo en esto. Luego están también los que nos corrigen o nos dicen que por ser Historiadores no vamos a saber más que ellos… También dentro de las distintas épocas, hay algunas más castigadas que otras. Por alguna razón, estudiar la Edad Contemporánea te hace el amo del lugar, pero que no te gusten las Guerras Mundiales te hace un inculto. A todo el mundo le tiene que gustar Egipto o el Renacimiento Italiano, pero no hables mucho de la Prehistoria, no vaya a ser… Pero si hay una época que es criticada a más no poder, es la Edad Media. Y yo, como medievalista, vengo a poner el grito en el cielo. 

“¿Estudias Historia Medieval? ¿Para qué? Si solo es una época oscura”. Sí, una época oscura, ya sabéis, esa en la que se construyeron multitud de catedrales e iglesias, como Santa Sofía de Estambul, Santiago de Compostela o Saint Denis… Esa época tan horrible en la que se fundaron las primeras universidades y centros de saber, como Oxford, Bolonia o Salamanca, y surgieron grandes pensadores, poetas y artistas. Cuando avanzó la ciencia y la medicina, con personajes como Avicena o Averroes. Pero la gente solo se acuerda de la peste, las guerras o la Inquisición, que por cierto fue en la Edad Moderna, no en la Edad Media, cuando llevó a miles de mujeres a la hoguera acusadas de brujería. 

La Catedral de Burgos, claro ejemplo de atraso y de época oscura (Fuente: rtve) 

Uno se suele olvidar de que la Edad Media duró la friolera de mil años, desde la “caída” del Imperio Romano en 476 hasta 1454 o 1492 (depende del hecho que prefieran unos u otros, si la Caída del Imperio Bizantino o el Descubrimiento de América). Mil años, que se dice pronto, ¿y nos quieren hacer creer que todo se mantuvo igual? La Península Itálica en la época de la caída de Roma no tiene nada que ver con su situación en el siglo XV, donde, por ejemplo, ya estaban los Médici haciéndose con el poder en Florencia. Lo mismo con la Península Ibérica, Francia, Inglaterra, el Sacro Imperio… Además, que no todos los territorios avanzaban, evolucionaban o progresaban al mismo tiempo. Que porque en el siglo XIV Dante estuviera ya introduciendo el pensamiento Renacentista en Italia no significa que Inglaterra fueran a la par. (Esto está también muy relacionado con esta manía nuestra de solo estudiar la Historia Europea y creer que más allá no había nada. Pero eso para otra entrada)

Retrato de Dante (Fuente: Wikipedia)

¿De dónde viene este rechazo hacia la Edad Media? Los primeros humanistas renacentistas tenían la mentalidad de estar iniciando “algo nuevo” y para que esto fuese visto como lo mejor, había que hacer de lo anterior, es decir, lo medieval, algo atrasado, oscuro y bárbaro. Todo lo brillante que fue el Renacimiento no habría sido posible sin todo lo que ocurrió en la Edad Media. Porque, como bien nos han dicho a todos los que hemos estudiado Historia o Arte, las gentes del pasado no se despertaron un día y pensaron “hoy me siento Renacentista. Voy a hacer cosas nuevas”. Va bastante unido a la idea de progreso que aún existe. Esa idea de que siempre se avanza, nunca se retrocede. Y la Historia nos ha demostrado que eso no es así, hay épocas de esplendor que luego decaen, otras que evolucionan a otro esplendor. La Historia no es una narración lineal de progreso. No todo lo anterior es peor y el futuro va a ser siempre mejor. 

Liberémonos de esta idea tan dañina. El Renacimiento está muy bien, sí, pero eso no quita que la Edad Media tuviera también sus momentos de esplendor, sus avances en ciencia, en arte, las universidades, los filósofos, la creación de las ciudades, el auge del comercio y la aparición de la burguesía y todo lo que ello conllevaba… Aprendamos a apreciar un poco más a la Edad Media y compartid, aunque sea un poquito, mi pasión por estos mil años de maravillosa Historia.