El futuro ya no es lo que era (I)
Me interesa el futuro, porque en él voy a pasar el resto
de mi vida
Charles F. Kettering
Hola a todos. Comenzamos el año 2013 en el blog con una miniserie de varias entradas para hablarles de un campo del
conocimiento histórico que no siempre se tiene en cuenta: el futuro. Por
paradójico que pueda resultar esto, es un claro punto de unión entre las
disciplinas técnicas y la de historia, amén de otras muchas no siempre relacionadas
directamente. No en vano, entre las frases que presiden este blog, la de lord
Byron (de quien ya hemos hablado un poco por estos lares, por otra parte) ya nos permite intuir este nexo.
El profeta, de Gargallo Imagen de aquí |
A modo de
introducción, analizaremos hoy el fenómeno de la predicción del futuro desde
sus orígenes; ya desde la más remota antigüedad el hombre ha querido conocer el
porvenir. Dejaremos aparte los casos de profecías de carácter
sagrado ya que merecerían un capítulo aparte, tanto por sus implicaciones como
por su origen.
En todo caso, desde las
prácticas chamánicas de la prehistoria hasta los modernos estafadores de la televisión nocturna y similares (¿cuándo
recuperará el código penal las galeras?), pasando
por toda la panoplia de oráculos, sibilas, pitonisas, profetas, augures y adivinos, la gente ha intentado averiguar algo
sobre los tiempos venideros, aunque fuera de forma personal y sobre hechos
concretos. Es lo que podemos denominar predicción mística, la cual, basándose
en la ambigüedad, algo de psicología de mercadillo, la credulidad y el
desconocimiento de la gente, ha permitido (y por desgracia, permite) vivir del
cuento a muchos charlatanes a lo largo de la historia.
Claros ejemplos
históricos son las profecías del bien conocido oráculo de Delfos,
célebre por sus respuestas
confusas; No morirá y No, morirá son respuestas que suenan muy
parecidas a los oídos de una madre angustiada que pregunta si su hijo volverá
sano y salvo de la guerra contra Esparta. La clave era mantener un registro
donde se anotaban todas las predicciones. Muy significativo era el método usado
para predecir el sexo de los bebés, tal como lo cuentan los actuales guías turísticos: se apunta en el registro lo contrario a lo
que se decía a los futuros padres; de ese modo, si la predicción (al 50%)
acertaba, todos contentos, y si fallaba, les “demostraban” a los padres que
habían entendido mal. Hay que tener en cuenta que si bien el origen de las
mismas era el propio dios Apolo (o eso decían los sacerdotes), estas profecías no
son del mismo tipo de las tenidas en consideración por las religiones del Libro.
Otro claro ejemplo es el
célebre Nostradamus, el
cual continúa dando que hablar con sus cuartetas, que,
como diría don Miguel de
Cervantes, “ni las entendiera el
mesmo Aristóteles, si resucitara para solo ello”. Y por algún extraño
motivo, en la época en la que el hombre ya ha pisado la Luna, enviado la Voyager a los confines
del sistema solar y se han formulado las teorías del Big Bang y las supercuerdas,
los periódicos continúan publicando el horóscopo. La
cuestión es que los astrólogos (a quien Dios guarde en una garrafa) continúan
haciendo creer a alguna gente que es posible predecir el futuro o conocer la
personalidad de alguien en base a la posición relativa de estrellas situadas a
inmensas distancias unas de otras y de nosotros. Lo que no tengo claro es cómo
han conseguido encajar la aparición de un decimotercer
signo zodiacal. Y es que cuando se habla sin decir realmente nada es
relativamente fácil conseguir que múltiples escenarios encajen de alguna manera
en lo “predicho” por el supuesto vidente.
Goscinny siempre tuvo respuestas para todo... Imagen de aquí |
El análisis de las
técnicas empleadas, tanto tradicional como actualmente, permite, al leer entre
líneas, reconocer algunas de las debilidades humanas. Todas aquellas que
emplean rituales o productos como humos,
aceites, bebedizos, hongos, etc. capaces de producir un éxtasis (el cual puede
recibir también los nombres científicos de toña, moña, pedo, pedal, cogorza, melopea,
colocón, ciego, merluza, cebollón, castaña, curda o cuelgue) resultan
particularmente interesantes por ser polivalentes, ya que han permitido al
vidente tanto prever el futuro como ver dragones, elefantes
rosas o pitufos.
Por lo que respecta a las técnicas basadas en la observación tenemos una
auténtica recopilación de métodos; ya don Francisco de
Quevedo describió la quiromancia como nadie en su Libro de todas las
cosas y otras muchas más:
Todas las rayas que vieres en las manos, oh curioso
lector, significan que la mano se dobla por la palma y no por arriba, y que se
dobla por las junturas; y por eso están las grandes en las coyunturas désas, como
es cuero delicado, resultan las otras menudas. Y para ver que esto es así mira
que en el pescuezo y frente, caderas, corvas y codos y sangraduras y nalgas,
por donde se arruga el pellejo y en las plantas de los pies hay rayas. Y así
había de haber, si fuera verdad (como
hay quirománticos), nalguimánticos, y frontimánticos y codimánticos y
pescuecimánticos y piedimánticos.
Además de estas “lecturas”
(don Francisco resultó, paradójicamente, profético, ya que hasta la práctica de
la culomancia
tenemos hoy día), se ha recurrido a cualquier “-mancia”: están en la lista ejemplos
como la observación del vuelo de los pájaros, la de los posos del café, las
cartas del tarot,
el I Ching, o la hepatoscopia.
Esta última tiene, al menos, algo de credibilidad, ya que permitiría saber si
el paté sería bueno ese año.
Independientemente de
que a día de hoy se conserven algunas de estas prácticas a modo de sacacuartos
a los más ingenuos, la credibilidad de las mismas comenzó a decaer con la
llegada, progresiva, del método científico. En todo caso lo hizo lentamente
(tanto que aun perdura), y una nueva forma de predecir el futuro comenzó a
surgir, eso sí, basándose mucho más en una mezcla de imaginación y algunos conocimientos
(ya con cierta solidez) que en una metodología; es la época en la que podemos
considerar que comienza a aplicarse la ciencia, aunque de forma intuitiva, para
hacer predicciones. Resulta notable como los primeros esbozos de una literatura
basada en mundos fantásticos (excepción hecha de Platón) surgen paralelamente
al método científico, aunque no haya aún importancia de la ciencia y tecnología
en la misma. Utopía de Tomas Moro (1517), La Nueva Atlántida, de Francis Bacon (1626), La historia cómica de los Estados e Imperios
de la Luna y La historia cómica de
los Estados e Imperios del Sol de Cyrano de Bergerac
(1657 y 1662, respectivamente), o Los
viajes de Gulliver, de Jonathan
Swift (1726) son grandes ejemplos. En todo caso, no podemos considerarlos
ciencia-ficción ya que no implican para nada al primer elemento, siendo su
temática satírica (realmente divertida incluso hoy día en algunos casos), o
idealista. En todo caso, son un síntoma de que la imaginación combinada con
conocimientos más sólidos de las leyes naturales había llegado a ocupar algunas
de las grandes mentes de su tiempo, permitiendo imaginar mundos alternativos. La
siguiente pregunta en esta línea que excitaría la imaginación de los ilustrados
era obvia: ¿cómo sería el mundo que habitarían los hombres del futuro?
De este nuevo enfoque
hablaremos en la siguiente entrada, analizando el surgimiento de la literatura
de ciencia-ficción, y del enfoque actual para lograr prever por donde pueden ir
los tiros.
Hasta entonces,
cuídense.
Muy buen artículo Juan.
ResponderEliminarMe gustaría tener más tiempo para felicitarte y saber que tal el inicio del nuevo año, pero tengo algo de prisa visto que mi día va a ser muy liado.
Piensa que "Confusiones, engaños y malentendidos podrán empañar la tranquilidad en cuestiones del corazón, los amores pueden pasar por momentos tormentosos", o sea que me veré peleando con mi mujer?
Pero también es cierto que "Entrarás seguramente en un período de estabilidad en el que se generarán momentos de especial placidez en la relación con tu pareja estable." O sea que realmente la pelea será tranquilita?
Ojalá! Realmente será todo lo contrario "Victima de tu sensibilidad emocional, eres de los que se deja llevar por el llamado del amor, enamorándote y cometiendo mil tonterías de las que luego te arrepiente. Si ya estás comprometido en otra relación, el problema será mayúsculo."
Que difícil la vida de un piscis, y esto es solo para el día de hoy. Quién sabe lo que me puede esperar mañana..!
Un abrazo,
Davide
Davide, que alegría saber de ti... y de tus problemas con el horóscopo. Yo intentaría dejar de leerlo, pero claro, en el resto del periódico leerse la información económica resulta aún más dañino para la salud.
EliminarEl cambio de año de momento sin grandes novedades; aprovecho para avisarte de que tal vez haga una visita por Roma en Marzo, para el Italia - Irlanda del 6 Naciones... ya te contaré.
¡Ciao, amico!
PD. te profetizo que en los próximos días vas a tener que llevar un buen abrigo ;)