Reseña de las novelas "Los ecos del pantano" y "El umbral de la mentira". Novelas con aromas históricos.

 Hola a todos:

Antes de comenzar la reseña, y como queda patente en el título, vamos a hablar de una novela con ciertos componentes históricos. Con ello quiero decir que tenemos que tener en cuenta que una novela no es un manual histórico, que no tiene por qué ser exacto con la historia y que su cometido no es crear conocimiento histórico sino entretenimiento. 

Las novelas son literatura y el discurso histórico es ensayo, con las normas de una ciencia social a la que los novelistas no se ven obligados a atender. Si tú te tomas una novela histórica como Historia es tu problema, error tuyo.

Fuente: Maeva.

Con las puntualizaciones obvias y pertinentes vamos a ocuparnos de las obras de Elly Griffiths Los ecos del pantano y  El umbral de la mentira, ambas editadas por Maeva. Comenzando por la autora, deciros que es británica y que estudió Literatura en el King´ s College de Londres y que antes de ser escritora trabajó en el mundo editorial. 

Elly se acercó al mundo de la arqueología forense gracias a los estudios que empezó su pareja en dicha materia, lo que le sirvió para crear a la protagonista de sus novelas, la arqueóloga forense Ruth Galloway, profesora de universidad que vive aislada y solitaria en las marismas del Condado de Norfolk, muy alejadas de la capital, Norwich. 

Ruth es llamada en la primera novela, Los ecos del pantano, como experta por el policía Harry Nelson para esclarecer la procedencia y datación de unos restos humanos que podrían pertenecer a una niña desaparecida años antes y que demuestran ser de la Edad de Hierro. Historia y presente se entrelazan en una muy interesante trama y hasta aquí puedo y quiero leer para no destrozaros ni un minuto de diversión.  

Si algo quiero destacar de estas obras es que son enormemente adictivas. Creo que me leí los dos libros en apenas tres días. Son como las novelas de Agatha Christie, que no paras hasta acabarlas. También quiero destacar la solidez con la que Griffiths ha construido a su protagonista, una mujer de nuestro tiempo muy creíble. Por supuesto hay historia de amor por medio que, lejos de molestar, forma parte de la trama a la que da más verosimilitud. También se hace, evidentemente de manera novelada, un retrato del mundo universitario que alguna sonrisa saca, pues algo de lo reflejado en la obra evidentemente tiene su eco en la realidad. El ecosistema de los departamentos universitarios da para novelas y ensayos, de lo que ya se dio cuenta el sociólogo Pierre Bourdieu antes que yo, como demuestra su obra Homo Academicus. 

También hay un personaje que no es de carne y hueso pero que atrapa que no es otro que el propio Condado de Norfolk y que, al parecer pues tengo que investigar más, está llena de tradiciones y leyendas que como la propia autora comenta conoció por medio de su tía. En esto puede recordad, salvando las distancias, a lo que hace Dolores Redondo con el Baztán en su trilogía homónima. Y es que ambas novelas conjugan a la perfección historia y leyenda con ritos del pasado.

La segunda entrega, El umbral de la mentira, prosigue con la historia personal de la profesora que se ve envuelta de nuevo en una investigación de la mano del policía Harry Nelson con el hallazgo de unos restos humanos de la década de los 70 en un orfanato y que, como era de esperar, se entremezclan con rituales en este caso romanos. 

Guardines de la ortodoxia tranquilizad vuestro látigo pues la propia autora reconoce que en la zona no hay restos del Imperio romano y que responde simplemente a cuestiones literarias aunque eso no ha sido óbice para que la misma acudiera a expertos para documentarse como dios manda, tanto de la profesión de arqueóloga forense como de los rituales romanos. 

Si lo que quieres es pasar un buen rato de lectura de esa que engancha cosa mala no te pierdas estas obras que, por lo que he podido leer, tiene más entregas aún por traducir. Ciertamente, y como creo que ha quedado claro por mi reseña, estas obras también han despertado mi interés por esta zona de Inglaterra. He tomado algunas notas sobre la misma para, ahora sí, centrarme en su historia. Para mí esto de ir de la novela a la historia y viceversa, de la historia al cine o del cine a la historia es un camino habitual que se retroalimenta. Y así, de un sitio a otro, la vida se convierte en un proceso de aprendizaje maravilloso.

Vista de la ciudad de Norwich. Fuente: Wikipedia.