Reseña de La Excavación (The Dig)

No son pocas las veces que el cine ha recuperado historias sobre personajes o acontecimientos importantes que, de otro modo, quizás no serían tan recordados por el público general. Es parte de su labor, acercar historias desconocidas, olvidadas o complejas a una audiencia amplia. Eso es lo que vemos en la recién estrenada película de Netflix, La Excavación (The Dig) sobre el descubrimiento del sitio arqueológico británico de Sutton Hoo. 

Cuando alguien piensa en la arqueología en la ficción, lo primero que se nos viene a la mente es Indiana Jones y Lara Croft. Esas películas de aventuras en las que los protagonistas son “arqueólogos” que buscan un tesoro a contrarreloj para derrotar a un enemigo que, por razones moralmente cuestionables, quiere conseguir ese mismo tesoro. Y es por eso que, estando acostumbrados a ver este tipo de arqueología, sorprende ver películas como La Excavación. 

La Excavación trata sobre el descubrimiento del yacimiento de Sutton Hoo, en Suffolk, Inglaterra, y sobre el arqueólogo autodidacta que comenzó las excavaciones, Basil Brown. Con un ritmo pausado y tranquilo, y un elenco de lujo con Ralph Fiennes y Carey Mulligan en los papeles principales, la película relata el proceso de la excavación, desde que el arqueólogo es contratado hasta que se decide el destino de los hallazgos del yacimiento. Los descubrimientos que surgieron a raíz de la excavación (muchos de los cuales pueden verse en la sección de Arte y Cultura de Google) cambiaron el concepto que se tenía del mundo anglosajón entre el siglo V d.C y la conquista normanda en el año 1066. Estos primeros siglos de Edad Media, se dieron cuenta, no fueron ni mucho menos unos “Años Oscuros”.

Hebilla de cinturón de oro hallado en Sutton Hoo (Fuente: Museo Británico)

El elemento principal de la película es reivindicar la labor que hace el arqueólogo Basil Brown, quien intentó ser apartado en numerosas ocasiones de la excavación debido a no tener estudios (aunque sí experiencia en la materia). Es, por ello, un homenaje a esa figura olvidada que tuvo un papel fundamental en este descubrimiento tan importante, pues no solamente intentó ser apartado, sino que su nombre estuvo muchos años sin aparecer en el Museo Británico, lugar donde hoy se encuentran las piezas halladas en el yacimiento. 

 Si hay algo que hace muy bien es, sin duda, retratar el trabajo de un arqueólogo. Basil Brown no es un aventurero, es un hombre culto, de letras y estudio, que se mete en una zanja, siguiendo métodos y pasos establecidos, y se pone a excavar. Es un trabajo duro, sacrificado, no exento de peligros (como se ve en la cinta), y Brown se mete de lleno, se pone perdido de tierra, se preocupa por proteger el yacimiento de las inclemencias del tiempo (que no son pocas teniendo en cuenta lo que llueve en Inglaterra). Lejos quedan ya las imágenes de Indiana Jones huyendo de un templo con un ídolo de oro. 

Fotografía de Basil Brown trabajando en el yacimiento (Fuente: WikiCommons)

Si hay que ponerle alguna pega a la película es la subtrama romántica que se introduce en la segunda mitad de la película, que lleva a una queja mayor: el papel de Peggy Piggot. Cecily Margaret Guido, Piggot por su primer marido, fue una arqueóloga y prehistoriadora con una carrera llena de grandes hallazgos y más que prolífera (con numerosísimas publicaciones sobre sus investigaciones). Sin embargo, en la película es retratada como una joven inexperta, torpe, que ni sabe el atuendo que debe llevar a una excavación arqueológica. A pesar de que ella era verdaderamente joven cuando participó en la excavación, no era una novicia en el trabajo de campo. Y la subtrama romántica en la que se ve envuelta empaña su labor como arqueóloga que fue fundamental como mujer en un mundo tradicionalmente de hombres. 

 

La Excavación es una película que acerca al espectador a la labor de un arqueólogo de una manera bellísima al tiempo que cuenta la historia sobre un descubrimiento que ayudó a alejarse un poco más de la errada idea de que la Edad Media fue una etapa oscura.