Manipulación y vikingos: el Monasterio de Lindisfarne

Son muchas las ocasiones en las que he tenido que escuchar que la manipulación histórica “no llega” a la Historia Medieval. Esa época tan oscura, de tantos atrasos en todos los sentidos, para qué querría alguien moldearla a su antojo si, total, esos 1000 años son irrelevantes… ¿no? Pues hoy vengo a contaros (con bastante indignación, por cierto) algo que me pasó hace un par de semanas cuando visitaba la isla de Lindisfarne, a unos pocos kilómetros al sur de la frontera escocesa con Inglaterra. 

Allá por el año 793, el monasterio de Lindisfarne sufrió el ataque y saqueo de un enemigo hasta entonces desconocido, los vikingos. Este acontecimiento marca el inicio de la Era Vikinga, en la que los hombres del norte comienzan a explorar, atacar y saquear numerosos enclaves de Inglaterra y del continente europeo. 

La historia de las invasiones vikingas es muy extensa e interesante, y os recomiendo que le echéis un vistazo a este artículo de The Valkyrie’s Vigil si estáis interesados en saber más. Aquí, sin embargo, no mencionaré nada más de su historia, más allá de decir lo importantes que fueron los vikingos para Inglaterra y de recordar que, en el año 911, el rey francés Carlos el Gordo otorgó a estos hombres del norte la región francesa de Normandía.  En 1066, fueron estos normandos quienes terminaron por hacerse con el trono inglés tras la victoria de la Batalla de Hastings de Guillermo el Conquistador.  

Mi visita a la isla de Lindisfarne formaba parte de un tour organizado. En estas excursiones, suelen describirse los lugares a visitar, hablando sobre su historia y los acontecimientos más importantes que han sucedido en los distintos enclaves. En la descripción de este tour, sin embargo, no se hacía alusión alguna a la llegada de los vikingos a la isla. Personalmente, encontré esto bastante extraño. Con lo que gustan al público general, decir que vas a visitar el primer lugar en el que desembarcaron los nórdicos daría un gran atractivo turístico. Pero, quién sabe, pensé; quizás al llegar allí me den una sorpresa. 

De camino a la isla, que se conoce por Inglaterra como Holy Island, el guía comentó algunos datos sobre Lindisfarne, como la creación de los famosos Evangelios de Lindisfarne (que hoy se encuentran en la Biblioteca Británica de Londres) o la presencia de distintos santos como San Aidan. Sin embargo, una vez más, nada sobre vikingos

Una vez allí, tras pagar la entrada, antes de visitar las ruinas (que, por cierto, son de un monasterio posterior y no del original saqueado por los vikingos) me dirigí al museo en el que pensé “aquí hablaran de los vikingos” y cuál fue mi sorpresa al ver que no, que incluso teniendo paneles en los que contaban la cronología del monasterio, casualmente se saltaban el año 793. Yo, ya indignada, salí de allí buscando algún trabajador al que poder preguntarle qué pasaba con los vikingos (tan enfadada salí que no me fijé en un pequeño panel, muy escondido, en el que se hacía una pequeñísima alusión a los hombres del norte).

Al entrar a las ruinas, conseguí encontrar una trabajadora a la que poder preguntarle. Tras explicarle lo sorprendida que estaba ante la ausencia de referencias al ataque vikingo, ella me respondió, muy bajito, que se lo tenían prohibido. El yacimiento, así como el museo, depende de la Parroquia de Santa María la Virgen quienes les han dado órdenes expresas de no decir nada sobre los nórdicos ni su ataque a Lindisfarne. La trabajadora, que claramente no estaba contenta con la censura que les habían impuesto, me explicó que llevaban años intentando cambiar esta situación porque, además de haber sido el primer enclave atacado por vikingos, fue la primera vez en la que un monasterio era atacado y saqueado, y sus monjes masacrados.


Ruinas del Monasterio de Lindisfarne

El público visita Lindisfarne por muchas razones, no solo por cuestiones religiosas y no se puede ignorar un acontecimiento tan importante como fue la llegada de los vikingos. La historia de Inglaterra está muy marcada por estos hombres del norte y, por mucho que algunos quieran, no se puede ocultar. El mayor logro que habían conseguido los trabajadores del lugar fue aquel pequeñísimo panel, puesto de tal forma que pasaba desapercibido por la mayor parte de los visitantes (yo incluida).  

Sorprendentemente, la cosa no terminó ahí. Una vez visitadas las ruinas, en una localización más cercana a la costa, a espaldas de lo que queda de monasterio, estaban teniendo lugar unas excavaciones arqueológicas. Curiosa, me acerqué a ver cómo se estaba desenterrando un cuerpo y cómo estaban empezando a aparecer los muros de lo que los arqueólogos creen y esperan que sea el monasterio original. Por la afluencia de visitantes, había un arqueólogo encargado de hablar con los turistas y explicarles cómo avanzaba la excavación. Cuando fui a preguntarle, él también me habló en bajito sobre el ataque a Lindisfarne y los vikingos, y cómo estaban teniendo problemas con la parroquia sobre el tema. 

Excavaciones arqueológicas a espaldas del Monasterio

Lo único positivo que saqué de mi visita (al margen de lo precioso del lugar) fue ver que los historiadores, arqueólogos y trabajadores estaban tan indignados como yo. Todos coincidían en lo hiriente que es ver cómo se prohíbe hablar sobre un acontecimiento histórico tan importante como fue aquel primer ataque vikingo. 

El mayor problema no está en los que, como yo, van buscando datos sobre vikingos y no encuentran nada, porque lo único que sacamos es enfado e indignación. No, lo verdaderamente preocupante es la gente que va a visitar Lindisfarne sin saber nada y que se van sin haber oído absolutamente nada sobre vikingos

Si en un museo no te cuentan la verdad y te ocultan datos, si te encuentras la Historia censurada y manipulada en el mismo enclave donde sucedió un acontecimiento tan importante, si esto ocurre con un evento tan conocido como es el ataque al Monasterio de Lindisfarne, ¿cuántas veces nos habrán hecho lo mismo y no hemos sido conscientes de ello?

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