¿Cómo elegir mi especialidad en Historia? Consejos para principiantes de grado.

Hola a todos:

Esta entrada está dedicado a todos los que están en estos momentos dudando sobre qué especialidad escoger. No es poca cosa pues, después de elegir grado, es la decisión académica más importante. A ella vamos a dedicar el resto de nuestras vidas laborales. 

Comencemos diciendo que agobios ninguno, la respuesta llegará en la mayoría de los casos sola. Poco a poco te irás decantando tu mismo sin darte cuenta. Mi caso no tiene más valor que un testimonio personal, espero que a alguien le sirva al menos para darle ideas. Al principio, no estaba ni en la carrera, me obsesioné con la Guerra Civil española. Leía todo lo que caía en mis manos, libros en muchos casos muy tendenciosos. No hacía ascos a nada por eso e intentaba entender algo que a día de hoy se me sigue escapando. ¿En qué momento de locura medio país se enfrenta al otro medio?

En la actualidad me niego a leer un libro más sobre ello. Tengo una idea bastante aproximada de aquello y no quiero volver ni por una apuesta. Siento pena, rabia y me resulta doloroso volver al tema. Con ello no quiero decir que debamos obviar la Guerra Civil, creo que es necesario que todos leamos sobre ello para no olvidar, pero por mi parte "caso cerrado".  

Cuando llegué a la carrera Contemporánea no me apasionaba que digamos. Me gustaba mucho la arqueología, pero una cosa es que te guste, incluso te apasione, y otra cosa es dedicarte a ello. Creo que los arqueólogos son "raza aparte" dentro de los historiadores. Son muy distintos al resto. Sigo teniendo pasión por la arqueología pero definitivamente no era para mí. 


Howard Carter en la tumba de Tutankamon, uno de los primeros arqueólogos sobre el que leí y me apasionó. Fuente: La Vanguardia

Me interesaba especialmente la Edad Media
. Esa más que supuesta época oscura. Siempre que voy a una catedral intento imaginarme a la gente que la levantó. ¿Cómo era la ciudad en aquel momento? ¿Cómo vivía, sentía y pensaba esa gente? También siempre me han fascinado las Cruzadas sobre todo su vertiente ideológica. El arte, la filosofía medieval... siempre me han interesado creo que mediatizado por George Duby y Umberto Eco con El nombre de la rosa.



Diorama "Las cruzadas". Fuente: ToyNostalgia

Tampoco acabé en Medieval y en este caso que creo que tuvo que ver el profesorado
. Me explico: hay profesores con los que conectas más, que te inspiran más. No digo que los profesores de Medieval que tuve fueran peores que otros, sino que cuadraban menos conmigo, salvo uno. Es una cuestión personal y no de calidad del profesorado. Reitero que por cuestión muy probablemente personal los profesores de Historia Moderna me inspiraron más y por eso acabé en Historia Moderna. Así de simple. 


Ahora bien, dentro de Moderna hay un campo amplísimo. La vertiente de reinados siempre me ha fascinado. Desde el rey prudente a mi pobre y desprestigiado Carlos II. Bastante hizo dadas sus circunstancias. De todas maneras me seguía interesando la vida cotidiana de la gente por encima de los grandes nombres. En este caso llegó Carlo Ginzburg para poner mi mundo patas arriba. Hay ocasiones que un autor te impacta de manera directa y Ginzburg fue uno de ellos. Por encima de sus teorías hay tres cosas que me fascinan de él: su manera de escribir, sus amplios conocimientos en muchos campos y su valentía a la hora de enunciar teorías. Si os dais cuenta hay similitudes con Eco.

Me di cuenta que con trabajo, una de las mejores fuentes para conocer la vida cotidiana de la gente de la Edad Moderna eran los legajos inquisitoriales. Unid a eso mi predilección por los perdedores de la Historia, por eso tengo tanto cariño al Conde Duque de Olivares, y tendremos más pistas para saber cómo acabé entre judíos, moriscos, magos y brujas. Y aquí viene, con estos últimos, uno de los grandes equívocos que tengo siempre que aclarar, no sé si siempre con éxito. No tiene nada que ver con lo esotérico. Nada hay mágico, esotérico o inexplicable. Lo que resulta verdaderamente fascinante es la pervivencia de lo mágico en pleno siglo XXI. 

Especialmente me interesa la brujería por dos motivos. Me intriga mucho cómo se pasó de no creer en ella en la Edad Media a la locura de las grandes cazas de brujas de la Edad Moderna. Toma bofetada a la idea de progreso constante. Por otro lado el estudio de la brujería me permite saltar de una disciplina a otra. Soy culo inquieto y necesito variar casi constantemente. Daos cuenta de todos los campos que incluye el estudio de la brujería:
  • Historia de las mujeres (obviamente)
  • Teología.
  • Filosofía.
  • Arte (Cómo se representa el mal a lo largo de la Historia)
  • Psicología. 
  • Historia de la medicina.
  • Historia de las mentalidades.
  • Historia cultural
  • Derecho inquisitorial.
  • Literatura.
  • Criminología
  • Historia económica (si alguien no lo entiende un día le hablo de Salem, economía y brujería)
Y así, de una a otra, de salto en salto me lo paso "pirata". El paso de brujería "al uso" a brujería y cine tuvo también mucho de casual. Ahí va la batallita del abuelo Cebolleta: estaba yo un día mirando distraído los DVD en una tienda cuando la portada de una película llamó mi atención. Era HÄXAN de Benjamin Christensen. No tenía ni pajolera idea de qué iba ni nada pero, cosas del azar, decidí comprarla. La vi y me encantó pero la vi como espectador, no como historiador. Ahí quedó todo hasta que me invitaron a dar una conferencia sobre brujería y cine y al preguntarme por la película no me preguntéis por qué pero dije HÄXAN sin dudarlo. 

Portada de HÄXAN que cambió mi trayectoria investigadora. Fuente: Filmaffinity

En principio era un proyecto limitado en el tiempo, una conferencia en un curso que luego se convertiría en artículo. Nada más, tenía otro tema de doctorado. Comencé a prepararlo un verano entre Liencres y Liérganes, ambas poblaciones cántabras. Creo que no lo he pasado mejor en años. Viendo la película una y otra vez y leyendo como si lo fueran a prohibir. Las notas que saqué de aquellas lecturas son oro a día de hoy. Aquello salió publicado pero yo seguía leyendo como un loco sobre el tema dejando de lado mi tema de doctorado. 

Un día lo vi claro, me estaba engañando a mí mismo continuando con un doctorado al que no dedicaba un minuto. Estaba obsesionado en cómo el cine había retratado el fenómeno histórico de la brujería y su influencia en la sociedad. Leía sobre eso y solo sobre eso. Un día me senté con mi director de tesis y le fui absolutamente sincero. Aquí debo de agradecerle al mismo su amplitud de miras y su generosidad al apoyarme en un tema que en un principio puede parecer poco ortodoxo. Nada más lejos de la realidad en mi opinión. 
He disfrutado mi tesis y eso no tiene precio.

Sigo trabajando en ello sin olvidar a magos como Jaime Manoel o a moriscos como Elena de Céspedes. No pongo enlaces ni títulos, no quería que esto fuera un publirreportaje de mis artículos y trabajos, solo la historia de como un niñato de veinte años creció como investigador. Si quieres buscarles en "San Google" aparecerán. ¿Conclusiones? Busca tranquilamente tu camino, no cierres puertas a nada, y trabaja, trabaja y trabaja con pasión y honestidad en todo aquello que pretendas investigar Haremos cosas mejores o peores, no todos seremos "dioses de la historia", pero siempre con honestidad. Y eso no tiene precio.

¡Saludos!

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