Reseña de Desperta Ferro Arqueología e Historia nº 13: El mundo vikingo.
Con estos calores uno comienza a mirar ansioso hacia el norte, pensando en climatologías más compatibles con la vida humana; a ese anhelo contribuye el número 13 de la revista Desperta Ferro Arqueología e Historia, dedicado al mundo de los vikingos. Y como soy a quien dentro del consejo de redacción de Licencia Histórica le fascina esa cultura (como el martillo del Thor al cuello desde hace muchos años atestigua), pues me corresponde hablar sobre este número.
Número que evoca la película El guerrero número trece, ambientada también entre los guerreros escandinavos. Sin embargo, una cosa que se aprende al leer sobre los vikingos, es que muchos tópicos sobre ellos, extendidos por el cine, no tienen ningún tipo de base. A muchos de nuestros lectores no hace falta explicarles la falsedad que son los cascos con cuernos, ya que desembarcaron aquí desde el blog especializado The Valkyrie's Vigil; pero más allá de este detalle bien conocido, hay muchos más aspectos que podemos tener en mente y que no se corresponden con la verdadera vida de los nórdicos de la alta edad media.
El primer paso, como siempre, es definir el contexto en que nos movemos; y a ello contribuyen los primeros artículos de la revista. Para empezar, Frode Iversen contribuye con el artículo La cuna de los vikingos; en él nos describe la Escandinavia entre los siglos III y IX, durante la cual tuvo lugar "La Pequeña Edad de Hielo de la Antigüedad Tardía" (LALIA); éste cambio climático impulsó cambios sociales y económicos que sentaron las bases para el nacimiento de los llamados vikingos.
Seguidamente, aprenderemos que las gélidas tierras del norte presentan una relativamente grande variabilidad climática, y esto tiene su impacto en las explotaciones agrícolas y ganaderas. Kirsten Wolf nos habla de La vida cotidiana en la granja, la base de la economía de la zona, y de las diferencias en la vida en las distintas regiones; sin embargo, tal como explica Sarah Croix en Ciudades y comercio, en la Era Vikinga se alcanzó una urbanización sin precedentes, impulsada por los artesanos y el comercio marítimo en el que tanto destacaron los escandinavos de la época; sin embargo, esas ciudades no sobrevivieron al cambio de milenio. ¿Fue debido a cambios en la orografía, la necesidad de puertos más amplios o un deseo de romper con el pasado pagano? Independientemente de las causas, las ciudades fundadas a partir del siglo XI aún perviven, mientras que las anteriores han desaparecido.
Reconstrucción de una casa de tipo Trelleborg en Fyrkat (Dinamarca) |
Ahora que ya hemos definido el contexto geográfico y económico, entramos en el terreno que más nos fascina a los amantes de la cultura vikinga: Johnni Langer escribe en La religión nórdica en la era vikinga acerca de las creencias y mitos de los nórdicos precristianos. Estas creencias tenían un carácter étnico y presentaban una gran variación social y regional, así como constantes intercambios con otras culturas. En todo caso, estaba totalmente embebida en la sociedad, a todos los niveles, incluyendo el bélico.
Por su parte, John Ljungkvist escribe Enterramientos vikingos, desvelando la variedad de los cultos funerarios escandinavos en aquellos tiempos. Automáticamente nos viene a la mente la imagen del barco, con proa de dragón, en llamas y a la deriva (yo voy a dejar instrucciones al respecto en mi testamento), pero los restos arqueológicos desvelan prácticas como incineraciones en piras y enterramientos en barco; estos restos aportan también evidencias sobre sacrificios de animales y humanos, así como distintas ofrendas, con una simbología no siempre clara.
Que las sociedades nórdicas han sido siempre punteras en materia de feminismo no es nada novedoso, (¿verdad, queridas valkirias?). El artículo Mujeres poderosas en la Era Vikinga, de Leszek Gardela contribuye a dejar claro que no es por casualidad, ya que aunque los escritos de la época presenten un evidente sesgo al respecto, las féminas escandinavas de la alta edad media eran de armas tomar... literalmente en muchos casos. Los enterramientos son particulamente reveladores al respecto, si bien en el caso de las tumbas femeninas algunos objetos que los acompañan, como las hachas, son especialmente ambiguos: ¿es un objeto doméstico, un arma o un objeto ritual?
Si hay una tecnología vikinga realmente reconocible son sus navíos; en el artículo Surcando las olas. Arquitectura naval y navegación V. Bischoff, T. Damgård-Sørensen, S. Nielsen, M. Ravn y A. C. Sørensen, del Vikingeskibsmuseet i Roskilde, nos resumen 40 años de investigaciones y reconstrucciones fidedignas de navíos de la era vikinga, que desvelan que, en condiciones adecuadas, pueden obligar a veleros modernos a usar el espináquer para poder plantarles cara.
Por su parte, John Ljungkvist escribe Enterramientos vikingos, desvelando la variedad de los cultos funerarios escandinavos en aquellos tiempos. Automáticamente nos viene a la mente la imagen del barco, con proa de dragón, en llamas y a la deriva (yo voy a dejar instrucciones al respecto en mi testamento), pero los restos arqueológicos desvelan prácticas como incineraciones en piras y enterramientos en barco; estos restos aportan también evidencias sobre sacrificios de animales y humanos, así como distintas ofrendas, con una simbología no siempre clara.
Tumba BJ.834 de Birka. |
Si hay una tecnología vikinga realmente reconocible son sus navíos; en el artículo Surcando las olas. Arquitectura naval y navegación V. Bischoff, T. Damgård-Sørensen, S. Nielsen, M. Ravn y A. C. Sørensen, del Vikingeskibsmuseet i Roskilde, nos resumen 40 años de investigaciones y reconstrucciones fidedignas de navíos de la era vikinga, que desvelan que, en condiciones adecuadas, pueden obligar a veleros modernos a usar el espináquer para poder plantarles cara.
Finalizando los artículos sobre vikingos del número está el artículo de Laila Kitzler Åhfeldt, titulado Estelas historiadas y piedras rúnicas de la Era Vikinga en Escandinavia; hay 2.850 piedras rúnicas en Noruega, Suecia y Dinamarca, que, sin embargo, en su mayoría, son monumentos cristianos. En algunos casos se puede interpretar tanto una representación de Sigurd matando a Fafnir como de Cristo venciendo al mal, o del Ragnarok y el Juicio Final, ejemplificando como se daba un nuevo significado a viejas historias. En todo caso, en la gran mayoría es muy complicado entender qué representan.
Abandonamos, a nuestro pesar, las tierras de los vikingos, no sin antes hacer un breve recorrido por sus dominios a través del mapa elaborado por Pausanias, y recibir un adelanto del próximo número de la revista, dedicado a los gladiadores. En él, David Potter nos describe El final de los combates gladiatorios en el artículo homónimo.
Que el viento os sea favorable en vuestras expediciones de este verano, y que alimentéis durante ellas a los lobos con vuestros enemigos. ¡Por Odín!
Abandonamos, a nuestro pesar, las tierras de los vikingos, no sin antes hacer un breve recorrido por sus dominios a través del mapa elaborado por Pausanias, y recibir un adelanto del próximo número de la revista, dedicado a los gladiadores. En él, David Potter nos describe El final de los combates gladiatorios en el artículo homónimo.
Que el viento os sea favorable en vuestras expediciones de este verano, y que alimentéis durante ellas a los lobos con vuestros enemigos. ¡Por Odín!
Piedra de Karlevi (suecia), finales del siglo X |
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