La fotografía como fuente histórica

Las fotografías abren puertas al pasado, pero también permiten echar un vistazo al futuro.
Sally Mann

Internet es una auténtica mina de oro para encontrar cualquier tipo de información. Y una cada vez más demandada es la visual: las modernas redes de comunicaciones ahora permiten transmitir a multitud de dispositivos vídeo, audio e imagen de forma ágil, más allá del mero texto, como bien demuestran los mal llamados memes. Si bien la investigación histórica ha sido entendida tradicionalmente como asociada al estudio de textos, hoy día no puede dejar de utilizar la fotografía como fuente de información, yendo más allá de emplearla simplemente como ilustración complementaria.

La fotografía como fuente histórica - Como cambia una ciudad: la Castellana de Madrid y el estadio de Chamartín (Santiago Bernabeu) en 1947 y 2008
Como cambia una ciudad. Paseo de la
Castellana deMadrid y estadio de Chamartín
(actualmente Santiago Bernabeu) en 1947
y en 2008 (Corazón Blanco).
La imagen, y la información que transmite, ha tenido siempre una gran importancia en la sociedad. Las biblias de piedra que constituyen los pórticos románicos y góticos, o los cuadros de reyes y generales emanando autoridad, demues-tran esta trascendencia. La imagen hace presente un mensaje: poder, religiosidad, legitimidad, etc.

Desde su invención en el siglo XIX la foto-grafía se ha convertido en una combinación de arte, documento testimonial y herramienta de propaganda. La propia historia de la fotografía constituye una especialidad, que demuestra la importancia de la misma en las citadas vertientes. Aunque en este caso, va más allá del marco de la historia del arte debido a su capacidad para representar la realidad tal como ocurre en ese instante exacto, de convertirse en una crónica visual.

A través del fotoperiodismo transmite la realidad del mundo presente. Pero un presente efímero, que deja de existir en el preciso momento en que se captura la imagen. Casi al instante, su capacidad de captar una gran cantidad de datos dependientes de su contexto convierte a esa imagen en un documento susceptible de guiar al historiador.

Obviamente, el periodo de estudio se limita a menos de 200 años, pero algunos de los grandes acontecimientos de la historia han transcurrido en este periodo (la guerra de Secesión americana, las guerras mundiales, la revolución rusa, la guerra civil española, la caída del muro de Berlín, la revolución cubana, la carrera espacial, etc.) cambiando drásticamente el mundo a un ritmo desconocido con anterioridad. Es por ello que cobra tanta importancia en la investigación histórica actual; para estudiar la imagen asociada a Felipe IV seguiremos fijándonos en los cuadros de Velázquez, pero para estudiar el siglo XX debemos recurrir a la fotografía.

Lo que queremos resaltar es la gran cantidad de información histórica que puede transmitir una imagen. Las escasas fotografías de nuestros bisabuelos nos hablan, antro-pológicamente, del día a día de un tiempo no tan antiguo. Comparar fotografías antiguas de un lugar con las actuales demuestra como evoluciona el mundo. Las propias imágenes, junto a falsificaciones y retoques (como la eliminación de Trotski en aquellas que acompaña a Lenin) indican frecuentemente de los cambios políticos y del mensaje que se pretende dar a las masas. Fotografías de periodos bélicos ayudan a desentrañar hechos relacionados con los mismos décadas después. Las fotografías durante una excavación arqueológica ayudan a completar el proceso de investigación. Y, por supuesto, una foto sacada en el momento oportuno, puede transmitir más datos sobre un evento que varios libros sesudos.

La fotografía como fuente histórica - fotos manipuladas para eliminar a Trotski tras su caída en desgracia ante Stalin
Las fotos de las que desapareció León Trotski tras su caída en desgracia ante el régimen de la URSS (Taringa)
Obviamente, es preciso saber interpretar lo que se ve en la misma, e incluso ser capaz de distinguir las falsificaciones o manipulaciones. En un principio, la fotografía pretende representar la realidad tal cual, pero hoy sabemos de sobra cómo se pueden alterar, al igual que ocurre con otros documentos. Además, estas manipulaciones pueden llegar a transmitir tanta información como la imagen original. Ello requiere conocimientos exhaustivos sobre la época, y los hechos representados, además de expertos en óptica y análisis fotográfico cuando hay dudas sobre la autenticidad de las mismas.

No entraremos en el detalle de las distintas metodologías propuestas para el estudio de la fotografía como fuente histórica, puesto que no queremos más que resaltar su validez e impor-tancia. En ellas siempre buscaremos saber por qué se hicieron esas fotos, quién las hizo, su composición, qué pretendían documentar, si forma parte de una secuencia, etc. Mencionare-mos, en todo caso, las siguientes referencias:
La fotografía como fuente histórica - Alzando la bandera en Iwo Jima, una de las fotografías más reconocibles e icónicas de la historia
Alzando la bandera en Iwo Jima, una de las fotografías
más reconocibles e icónicas de la historia (Wikipedia)
Sobre el poder que puede tener una imagen, les recomiendo ver la película de Clint Eastwood Banderas de nuestros padres, donde se narra la historia de cómo se tomó la foto-grafía Alzando la bandera en Iwo Jima, y acerca de cómo una imagen puede convertirse en un icono y un instrumento de propaganda mucho mejor que cien discursos. El público olvidará en qué batalla se tomó la fotografía, incluso en qué guerra, pero transmite un mensaje a la posteridad: America Victrix!

En resumen, la fotografía se erige como una fuente válida e impres-cindible hoy día para la investigación histórica; su análisis adecuado nos lleva a seguir los pasos en nuestro acercamiento a la verdad: datos → información → conocimiento → sabiduría. Y como se dice habitualmente, una imagen vale más que mil palabras, por lo que es preciso tenerla en cuenta: puede ser un valiosísimo resumen de lo que se pretende averiguar o transmitir.

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