San-ryu-Scha: los japoneses que nunca se rindieron
[...]Un samurai es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel [...]
La cultura nipona, a ojos de los occidentales, parece, a menudo, más propia de otro planeta que de otro país. En ella prevalece un concepto que en este lado del mundo casi hemos olvidado, y es el del honor, con los sacrificios que este conlleva.
El Código de Bushido
La cultura nipona, a ojos de los occidentales, parece, a menudo, más propia de otro planeta que de otro país. En ella prevalece un concepto que en este lado del mundo casi hemos olvidado, y es el del honor, con los sacrificios que este conlleva.
Japón, como bien saben ustedes, formó parte del Eje durante la Segunda Guerra Mundial, siendo su confrontación con los EEUU el núcleo del conflicto en el Pacífico. Por cierto, nunca dejaré de recomendar dos libros llegados a este punto: en primer lugar, El crisantemo y la espada, de Ruth Benedict, un profundo estudio de la cultura japonesa en los años del conflicto, originalmente destinada a comprender mejor a qué tipo de soldados se enfrentaban los norteamericanos. Y en segundo lugar, Némesis, La derrota del Japón, 1944-1945, de Max Hastings, donde describe detalladamente el conflicto mundial en torno al Pacífico durante el último tramo de la guerra.
El ministro de exteriores japonés Mamoru Shigemitsu firma el Acta de Rendición de Japón a bordo del USS Missouri, el 2 de Septiembre de 1945 (Wikipedia) |
Panfleto usado para convencer a los San-ryu-Scha. El titular que el soldado japonés lee en el periódico dice: "La guerra ha terminado" (Punta de Lanza) |
A lo largo de los años fueron apareciendo soldados, bien aislados, bien en pequeños grupos, que habían continuado la guerra por su cuenta. El teniente Yamamoto y sus hombres fueron encontrados en la isla de Mindoro en 1960 por un experto en prospecciones petrolíferas norteamericano; tras recibir la noticia de que la guerra había acabado, montaron una fiesta de tres días donde abundó el aguardiente de plátano que habían aprendido a destilar. En otros casos el final fue mucho menos festivo: el cabo Shōichi Shimada murió en 1954 durante un enfrentamiento con fuerzas filipinas, tal como le ocurrió a Kinshichi Kozuka en 1972.
Por su parte, Bunzō Minagawa y el sargento Tadashi Itō, miembro de la unidad de Minagawa, se entregaron en Guam, con pocos días de diferencia, en 1960. El sargento Shōichi Yokoi, que sirvió bajo las órdenes de Ito, fue capturado en Guam en enero de 1972; había leído las octavillas, pero pensó que eran propaganda enemiga. Tras volver a Japón tantos años más tarde, se encontró con una nación totalmente distinta, y lamentando no haber servido mejor al Emperador; sin embargo, se casó, escribió un libro sobre su experiencia, y llegó a aparecer en un programa de TV sobre supervivencia en la naturaleza. Incluso se presentó a las elecciones (aunque no consiguió escaño) y fue recibido en el palacio imperial en 1991; falleció en 1997.
Libro del teniente Onoda (Mercado Libre) |
Aunque a Onoda se le considera el último rezagado japonés, hay otro caso aun más duradero, el de Teruo Nakamura, quien se rindió en Diciembre de 1974 en la isla indonesia de Motorai. Pero como Nakamura realmente tenía origen taiwanés (entonces una colonia de Japón), no hablaba japonés y además era soldado raso, no obtuvo el reconocimiento del gobierno nipón. Falleció de cáncer de pulmón en 1979.
También es muy curioso el caso de Ishinosuke Uwano, quien había sido visto por última vez en la isla de Sajalin, conquistada por la URSS durante el fin de la guerra, y reapareció en 2006 en Ucrania, donde se había casado y tenido hijos. Aunque este caso, realmente, no es equiparable a los anteriores, al tratarse de un prisionero que, voluntariamente, cortó sus lazos con Japón.
Por cierto, que sin duda a nuestros mayores todo esto les recordará un pequeño pedazo de historia española, hoy mucho menos publicitado que antaño: los últimos de Filipinas. Definitivamente en aquellas selvas hay un problema de comunicación...
Fuente: Las cien mejores anécdotas de la Segunda Guerra Mundial - Jesús Hernández.
Fuente: Las cien mejores anécdotas de la Segunda Guerra Mundial - Jesús Hernández.
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