Los jesuitas. Religión, política y educación (siglos XVI-XVIII)


En medio de la tormenta, navegamos. Cuando parece que la crisis lo detiene todo se ha publicado una obra que demuestra todo lo contrario. Hablo de Los jesuitas. Religión, política y educación (siglos XV-XVII), obra publicada hace unos días por la Universidad Pontificia de Comillas. Hablamos de casi 2.000 páginas dedicadas a esta orden y de unos 50 artículos repartidos en 3 tomos. Sacar una obra de este tipo en el contexto en el que nos movemos es una verdadera proeza. Y no me hago eco de esta obra exclusivamente porque en ella se incluya un artículo de este que os escribe. En ella se incluyen trabajos de gran calado y es que viendo el índice de la obra, que os incluyo aquí, estoy deseando que caiga en mis manos para leer los muchos y buenos trabajos que se incluyen.

Este libro lo pongo en relación con La Dinastía de los Austria y de La Corte en Europa: Política y Religión (siglos XVI-XVIII). Están editadas bajo el sello editorial Polifemo y forman una trilogía, con la obra que nos ocupa, imprescindible para los estudiantes y profesionales dedicados a la Historia Moderna. Este es sólo parte del trabajo que el IULCE viene desarrollando estos últimos años. 6.000 páginas y 9 tomos que están llamados a ser punto de referencia en los próximos años en este campo. Las  impresiones que saco de ellos son varias; lo primero es la gran cantidad de temas que aborda y es que hasta la musicología tiene cabida en ellos. Lo segundo, la gran calidad de los artículos y, por último, lo mucho y bien que hay que trabajar para intentar estar a la altura. La cantidad de información es abrumadora y hace falta tiempo y tranquilidad para asimilarla, pero reitero que es imprescindible si no queremos perder comba. Para aquellos que no sean de Historia Moderna y crean que la obra no merece la pena les animo a que se acerquen a ella igualmente para aprender diferentes modos de enfocar la redacción de un artículo.

Con respecto a mi artículo Hernando Castrillo y su obra: Magia natural o ciencia filosófica oculta poco que decir salvo que espero os guste y os sea útil.  

Sí que me gustaría hablar un poco de él bajo la óptica de este blog, que es ayudar al estudiante. A ver si de mi humilde experiencia podéis sacar algo en claro. Lo primero llamaros la atención sobre el enorme prestigio en los que se ven insertos ambos trabajos, el que nos ocupa y Eleno de Céspedes: el cóncavo reflejo de la Historia que podéis leer en Espejo de brujas. Mujeres transgresoras a través de la Historia, del que ya hablé en su momento. Poner tu nombre al lado de Martínez Millán, Rivero Rodríguez, María Jesús Zamora Calvo, Carmen Gallardo o Adelina Sarrión por poner unos pocos ejemplos no es pecata minuta. Ya he dicho en multitud de ocasiones que mejor esperar la buena oportunidad que malgastar buenos trabajos en publicaciones que no aportan prestigio. Cuidado con ello, sed selectivos e inteligentes. Os recuerdo que vuestras primeras publicaciones marcarán en gran medida vuestro prestigio como profesionales de por vida. De todas maneras ya hablé sobre ello en el post Quiero publicar.

Otra cosa sobre la que os quiero llamar la atención es la disparidad de temas que hay entre ambos artículos. Evidentemente la magia y la ciencia son un nexo común en ambos (Juan nos habló de ambos aspectos en esta entrada), pero me parece enormemente interesante demostrar versatilidad como profesional; no en vano, es uno de los mensajes básicos de este humilde rincón de la red. Relacionado con esto último está el tratamiento tan diferente que he dado a estos dos trabajos. A la hora de redactar un trabajo debemos evaluarlo todo y pensar cuál es la estrategia más adecuada para abordarlo, personalizando cada trabajo. No había el mismo volumen de datos sobre Eleno que sobre Hernando Castillo; incluso las fuentes eran enormemente dispares, por lo que evidentemente las estrategias de trabajo tuvieron que amoldarse a ello. He aprendido mucho, muchísimo, con ambos trabajos.

Espero que estas reflexiones no queden demasiado serias o asusten a alguien. No os engaño, hacer un artículo digno es muy complicado, pero cuando ves el resultado todos los sufrimientos quedan compensados. Por eso es necesario ser un verdadero apasionado de esto y la sensación de plenitud que conseguiréis con ello nada lo podrá igualar.

Dicho todo esto, os diré que estoy por un lado impaciente y por otro temeroso sobre cómo se valorarán ambos trabajos. En ellos he sido todo lo riguroso y profesional que es posible, pero el dictamen final queda en vuestras manos. Espero os gusten.

La semana que viene disfrutaremos de un enorme artículo que nos tiene preparado Juan, al que doy las gracias por cederme su turno de publicación. 


Un saludo.

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