Reseña "De Covadonga a Tamarón"

En los tiempos que corren estamos más que acostumbrados a escuchar versiones muy polarizadas y politizadas de nuestra Historia. Somos testigos de cómo personas que, siendo ajenas al gremio, utilizan y desechan datos y fuentes según les conviene para crear su propia narrativa que sirva para justificar una ideología en particular. A pesar de su distancia en el tiempo, curiosamente, uno de los periodos que más ha sufrido por estos intereses partidistas ha sido la Edad Media, en concreto, el periodo conocido como Reconquista

Detalle de "Don Pelayo, Rey de Asturias" de Luis de Madrazo y Kuntz. Fuente: ABC


De Covadonga a Tamarón es una obra que trata los primeros siglos de la Reconquista hasta el fallecimiento del rey Vermudo III en 1037. La obra comienza, sin embargo, con el final del dominio visigodo, para así poner al lector en situación y poder atajar algunas cuestiones con un mayor contexto y entendimiento. Y es que este periodo está repleto de interrogantes y ausencia de datos firmes, dando así pie a múltiples teorías e interpretaciones. Las fuentes primarias, además, no ayudan en este vasto periodo histórico, ya que, con su carácter propagandístico, es difícil discernir los hechos de la épica.

Haciendo un recorrido por los reyes asturleoneses, el autor Daniel Fernández de Lis pretende responder los muchos interrogantes que surgen a raíz de esta problemática con las fuentes (algo que es más que habitual para quienes estudiamos la Edad Media). La existencia y procedencia de Don Pelayo, la terminología para definir estos territorios, e incluso lo correcto que es utilizar el término Reconquista son algunas de las cuestiones que el autor trata de abarcar en este libro. 

Esta obra hace un gran esfuerzo de documentación. Recopilando las principales crónicas y fuentes de la época, así como analizando los distintos puntos de vista que muchos historiadores de distinta ideología han dado sobre los acontecimientos que aquí se tratan, el autor consigue proporcionar una narrativa muy completa de los hechos, tratando de mantenerse lo más objetivo y equidistante posible.


La Historia no es una ciencia exacta en la que solo hay una versión válida, sino que está abierta a muchas y distintas interpretaciones de los hechos. Por eso, obras que hacen el esfuerzo de mostrar y poner delante del lector muchas de las teorías e interpretaciones que existen son fundamentales para obtener un pensamiento crítico sobre nuestra Historia.  

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