La paleografía en los archivos hispanos 2.0
En la temporada pasada, realizamos una entrada del blog sobre paleografía porque, sinceramente, lo consideré necesario. ¿Por qué? Muy sencillo. El trabajo en los archivos no es fácil y más cuando comenzamos a ir a ellos. Dada su buena aceptación, me ha parecido oportuno seguir haciendo entradas como esa este año. Porque no sé vosotros, pero yo las primeras veces que iba me sentía un poco perdida con algunas palabras (y eso que di varios cursos de paleografía).
Albalá de merced a Ferrez de Lanuza. 1438. Cursiva aragonesa. |
Hasta hoy mismo, sigo muchas veces necesitando ayuda de los libros que tengo de paleografía que conseguí durante la carrera para ayudarme en algunos nexos que muchas veces aparecen y no sabes qué significan. Por eso, y porque no creo ser la única en el mundo a la que le ocurra esto, he decidido que este año, cada cierto tiempo, sacaré una entrada que nos ayude a todos, en la medida de lo posible a avanzar en nuestra lectura cuando tengamos los documentos in situ.
Y es que no es lo mismo ver una cursiva gótica que una cortesana o una procesal. Al igual que no es lo mismo la gótica cursiva utilizada en Castilla que la utilizada en Aragón o Navarra, por decir algún ejemplo.
Las mayúsculas las podemos intuir fácilmente, el problema llega cuando las letras son en minúsculas, hasta llegar ya a la segunda mitad del siglo XVII que la caligrafía mejora y es mucho más fácil interpretar la documentación.
El problema de la escritura cortesana y la procesal no sólo viene en las letras aisladas, que podemos intentar averiguar fácilmente. La cuestión viene sobre todo con la inmensa cantidad de nexos que estas escrituras utilizan. Algunos, como he visto en varios documentos, se repiten, pero siempre hay alguno nuevo que te descuadra porque no lo habías visto jamás en tu vida. Muchas veces ese nexo no te impide ver lo que significa el resto del documento, pero ¿que pasa si ese nexo es una parte importante de él?
Uno de los libros más útiles que encontré durante la carrera y aún lo sigo utilizando ocasionalmente, es el sacado en 2002 por la UNED. No explica todo, porque ya digo que la práctica hace al investigador, pero tiene ilustraciones muy esclarecedoras sobre diferentes letras y nexos. Aquí os muestro unos ejemplos:
Uno de los libros más útiles que encontré durante la carrera y aún lo sigo utilizando ocasionalmente, es el sacado en 2002 por la UNED. No explica todo, porque ya digo que la práctica hace al investigador, pero tiene ilustraciones muy esclarecedoras sobre diferentes letras y nexos. Aquí os muestro unos ejemplos:
Ejemplos de nexos. MARTÍN FERNÁNDEZ, T.: Paleografía y diplomática, UNED, Madrid 2002, v.2, p. 17. |
No obstante, si algo me ha sacado siempre de quicio mirando la documentación, han sido los numerales. Como sabéis, los únicos números utilizados hasta el siglo XVII en todo tipo de cuentas fueron los números romanos. En la documentación, raramente lo he visto en mayúsculas - algo que hubiera ayudad mucho a su interpretación - viéndolas generalmente en forma minúscula y con nexos continuos lo que, por lo menos a mí, me han dificultado muchas veces su lectura. Y es que no es lo mismo esto:
que esto:
o esto:
Poco a poco vas a prendiendo que lo que sería el 1 romano siempre suele ser una i minúscula en forma de j y que si son varias van seguidas y la última es la que se presenta como j.
Otro ejemplo es el de mil (M) que en lugar de poner dicha letra en las cuentas aparece el famoso calderón en forma de u. Y para utilizar los millones se utiliza la abreviatura quento que se escribe con una q y una o sobrepuesta.
Todo se vuelve un poco más "sencillo" cuando ves numeración arábiga. Pongo las comillas porque suele aparecer alguna vez alguna confusión entre el 1 y el 7 o el 4 y el 9, según el escribano que haya realizado el documento y las prisas con las que lo haya hecho.
De igual modo, también se pueden observar la coexistencia de ambos numerales en una misma cuenta o que en los totales de las cuentas aparezcan un numeral que no tiene nada que ver con lo que has encontrado anteriormente en ese documento por lo que te tiras de los pelos, literalmente, para comprender dónde ha aparecido ese número nuevo o en qué te has podido equivocar.
Para los que no habéis tocado aún documentación os incito a realizarlo cuanto antes mejor; y para los que seguís visitando los archivos y mirando la documentación, si no habéis visto aún numerales, ¡no lo hagáis nunca! Es broma, hacedlo pero ya sabéis, ¡hay que tener cuidado siempre!
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