La olvidada Carta del Bosque: una historia de la Magna Carta "desde abajo".
Hace ya un par de años por estas fechas, la ya tradicional peregrinación a la Feria del Libro de Madrid hizo que cayera en mis manos un ejemplar muy especial: El Manifiesto de la Carta Magna. Comunes y libertades para el pueblo (2013).
Cartel de la exposición (LONDRES en español) |
- XII vs XXI: ¿debates comunes?
Al evaluar la
experiencia del largo siglo XII (que terminaría precisamente alrededor de
1215), no pocos historiadores han querido ver cierta similitud en sus debates
globales con los de nuestros días, donde los diversos movimientos heréticos comunitarios y el Islam constituían la mayor amenaza
a la Iglesia y la monarquía.
Estatua de Urbano II (Wikipedia) |
El siglo XII fue
también el perfecto caldo de cultivo para el surgimiento de diversos movimientos “desde abajo” que fueron tildados
de heréticos. La violencia y destrucción de las guerras entre monarquías
centralizadoras y un Papado en pugna constante, el crecimiento de las ciudades,
la aparición de relaciones monetarias y comerciales, la intensificación de la
expropiación de los siervos y, en definitiva, una pauperización galopante fueron sólo algunas de las causas. Los
cátaros, los valdenses, los flagelantes o los seguidores de Joaquín de Fiore poseían
distintos programas teológicos y
sociales, pero todos aquellos fueron considerados automáticamente una amenaza
por la jerarquía feudal y eclesiástica. Joaquín incluso profetizó una nueva
era, la Era del Espíritu, donde la
jerarquía de la Iglesia sería innecesaria y los cristianos se unirían a los
infieles.
Pero además, profetas y mesías
también predicaban la doctrina de poseer todas las cosas en común, algo que tenía
sentido para los campesinos que defendían apasionadamente sus costumbres y sus
hábitos comuneros contra las cada vez más frecuentes apropiaciones de los
terratenientes feudales y el clero. En los siglos XII y XIII, el conjunto de derechos y prácticas
tradicionales en las tierras comunales estaba ya en una situación precaria.
- El peor rey de la historia
Si tuviéramos que encontrar en Inglaterra un paralelismo monárquico a la altura de nuestro Fernando VII, sin duda, ése sería el de Juan I. Su reinado comenzó en 1199 tras la muerte de su hermano, el famoso Ricardo Corazón de León. Hoy en día Juan mantiene la dudosa reputación de rey incompetente y tirano, que perdió todas las extensas posesiones de tierras en Francia obtenidas por su familia desde el comienzo de la dinastía Plantagenet en el siglo XII, razón por la cual se le conoce como Juan Sin Tierra (Lackland).
De Rege Johanne, s. XIV (Wikipedia) |
- Una Carta para contentarlos a todos... y a nadie.
Al mes siguiente ambos bandos se enfrentaron en el campo de batalla de Runnymede. Fue en estas mismas praderas a las afueras de Londres donde se firmó la primera versión de la Carta Magna, la “Carta de las Libertades” (Magna charta libertatum). Este diploma de pergamino de 63 artículos en favor de los “hombres libres de Inglaterra”, protegía fundamentalmente los intereses de la Iglesia, la aristocracia feudal, los mercaderes y los judíos de las ciudades y además, reconocía a los comuneros.
A ojos del único
cronista contemporáneo de la Carta Magna (un juglar del séquito de Roberto de
Béthune), algunos de sus artículos principales (aparte del famoso art. XXIX del
que derivan el habeas corpus, la
prohibición de la tortura o el juicio por jurado), tenían que ver con disposiciones individuales acerca del
menosprecio a la mujeres (a las que en tiempos del rey Juan se habían
llegado a vender como siervas) y de la pérdida
de la vida y otros órganos por matar animales en los bosques.
El segundo grupo de
disposiciones favorables a la gente común tiene que ver con los derechos
comunales de los bosques. Éstos estaban considerados un dominio real donde el rey tenía ciervos y se dirigía por leyes harto
restrictivas desde tiempos de Guillermo I. Así, el art. XLVII decía: “Todos
los bosques que se hayan plantado durante nuestro reinado serán desforestados sin demora, y lo mismo se
hará con las orillas de los ríos que hayan sido cercadas desde nuestro
reinado.” Aquí no debemos entender disafforested
como despejar el bosque talando los árboles, sino por sacarlos de la jurisdicción real (que en tiempos de Juan I había
llegado a ocupar aproximadamente 1/3 del reino). Lejos de ser cuestiones
irrelevantes, estas disposiciones no pueden entenderse sin adoptar una “perspectiva
de subsistencia”, tal y como nos cuenta el gran medievalista Marc Bloch:
“...los bosques poseían unas riquezas mayores de lo que quizás hoy somos capaces de apreciar. La gente iba a ellos a buscar madera de forma natural, una necesidad mucho mayor de la que tenemos hoy en la era del petróleo, la gasolina y el metal. La madera se utilizaba para proporcionar calor y luz (en antorchas), como material de construcción (vigas para el techo, empalizadas de los castillos), para fabricar calzado (zuecos), mangos de los arados y otras varias herramientas así como para fortalecer los caminos con haces de leña.”
The Forest Charter of 1225 (British Library) |
No obstante, como tratado de paz la Carta Magna resultó ser un
fracaso.
Con menos de 4 meses en vigencia, Juan I se vio legitimado por el papa
Inocencio III para no tener que obedecerla, lo que causó el estallido de una guerra
civil en 1216 donde los barones del reino “invitaron” a Luis de Francia a participar como
aliado. El rey Juan murió en octubre del mismo año, dejando un sucesor menor de
edad y la mitad del reino a merced de la invasión francesa. Tras un periodo de incertidumbre, en 1217 la
regencia de Enrique III salió adelante, al igual que la Carta de las
Libertades, que fue finalmente restaurada.
Sin embargo, hasta 1225 sufrió una serie de
modificaciones en varios puntos, consolidándose como fundamento de
gobierno. Muchos de estos cambios volvieron a favorecer la subsistencia de la gente común, especialmente tras la penosa
experiencia de la guerra civil: uso de los estovers (recolección de materiales) por parte del creciente número
de viudas, retirada de las empalizadas en zonas de pesca de los grandes ríos,
disposición libre del pasto del bosque para los rebaños de vacas, cabras y
ciervos, etc.
Tanto la Magna Carta
como la del Bosque fueron emitidas en 1225 por separado, mas confirmadas de
forma conjunta hasta alcanzar su plasmación
en los Estatutos Generales ingleses. Ambas definieron, por tanto, los límites de la privatización de los recursos
del común, de aquella microeconomía de los bosques. No garantizó
derechos, sino perpetuidades:
For the labourer thou art breadAnd a comely table spreadFrom his daily labour comeTo a neat and happy homeThou art clothes, and fire and food.
- Peter LINEBAUGH, El Manifiesto de la Carta Magna. Comunes y libertades para el pueblo. Traficantes de Sueños, 2013 (1º edición original en inglés: University of California Press, 2008).
- British Library Exhibition Web: Magna Carta: Law, Liberty, Legacy. Incluye artículos, imágenes, vídeos y otros recursos educativos de interés.
- 800 Aniversario de la Carta Magna en Inglaterra (Podcast de Contratiempo Historia: 25/01/2016): John Hudson, experto en derecho medieval de la Universidad de St Andrews (Escocia), hace un balance de las conmemoraciones que tuvieron lugar en todo el mundo para celebrar la Carta Magna inglesa por su 800 aniversario (1215-2015) evaluando su significado actual.
Doodle de Google por el 800 Aniversario de la Carta Magna. |
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