Reseña de "Mujeres silenciadas en la Edad Media", de Sandra Ferrer (2015)


Cubierta del libro, publicado
 por Punto de Vista Editores.
El mes pasado recibimos una inmejorable noticia de una muy buena amiga de esta casa, la periodista Sandra Ferrer Valero. Después del trabajo de más de 5 años con un blog especializado a sus espaldas (el recomendadísimo Mujeres en la Historia), Sandra se estrena como escritora con la reciente publicación del que seguro será el primer libro de muchos: Mujeres silenciadas en la Edad Media (Punto de Vista Editores, 2015). Y es que, sin duda, material habría para rato: hoy día su proyecto, seguido por miles de internautas, se perfila como una enorme base de datos donde podemos encontrar breves pero bien documentadas biografías femeninas de la historia universal en sus más variadas facetas.

Hay que destacar que la labor de profesionales como ella continúa siendo muy importante en el campo de la divulgación de calidad. Aunque afortunadamente aquello de la historia androcéntrica puede darse por superado en la academia (donde los Estudios de Género se han labrado un sólido recorrido revelándose incluso como metodológicamente renovadores para nuestra disciplina), el conocimiento por parte del público mayoritario y no especializado continúa muy aferrado a ese relato oficial y tradicional, que invisibiliza no sólo el papel histórico de las mujeres, sino también el de otros colectivos como los niños, los esclavos, las clases populares o los animales. Me atrevería a decir que en el caso de la Edad Media éste es un aspecto tanto o más acentuado, a causa de aquellos tópicos negativos que aún arrastra como época especialmente oscura, fanática o violenta.

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Christine de Pisan, c. 1364-1430 (Wikipedia)
Mujeres silenciadas en la Edad Media, narrado con un estilo ágil y ameno, pretende así acercar al gran público las vidas de algunas de las mujeres que vivieron en aquella época, situándolas y visibilizando sus voces y experiencias. El primer encuentro con el personaje de Cristina de Pizán y su obra La ciudad de las damas (1405), llevó a la autora a preguntarse por la vida de aquellas mujeres más allá de los modelos de poderosa reina (Leonor de Aquitania) o de santa profética  (Juana de Arco).

A partir de esta inquietud, Ferrer emprende un repaso por los diferentes roles en los que podemos encontrar a la mujer medieval, derribando otro mito tan extendido como que éstas se limitaban a permanecer recluidas en la casa. En los ejemplos anónimos de la campesina Jeanne y la artesana Marie se muestra, por el contrario, que en la Edad Media las mujeres trabajaban tanto dentro del ámbito doméstico como fuera de él, ya que no se concebían como esferas tan estrictamente diferenciadas.

No obstante, sus opciones se veían fuertemente limitadas. La misoginia resultante de la institucionalización del cristianismo, junto a su decisiva confluencia con la cultura clásica de la Antigüedad, continuaba atribuyéndoles el pecado original como hijas de las denostadas Eva y Pandora, tal y como no cesaban de recordar en todo momento las imágenes plasmadas en iglesias románicas y góticas. La “redención” pasaba entonces por asumir con ejemplaridad el papel de esposa y madre que se propuso en el modelo de la Virgen María a partir del siglo XII. Otro de los roles ”aceptados” socialmente lo componía el grupo de religiosas (abadesas, monjas y beguinas) donde destacan mujeres como Hildegarda de Bingen o santa Clara de Asís.

La Eva de la Catedral de Autun (Francia, s. XII)
Sin embargo, en la segunda parte del libro la autora pasa a ocuparse de aquellas otras que se distinguieron como místicas, ascetas, escritoras, cronistas, iluminadoras de códices (como Claricia), trovadoras que cantaban a un amor cortés más realista, compositoras (como Kassia o las monjas burgalesas de Las Huelgas), matronas y sanadoras (Jacoba Felicié), e incluso constructoras y maestras de oficios. Ferrer no se olvida de las brujas (míticas o reales, pero siempre temidas), o las herejes y subversivas (como Margarita Porete o Angéle de la Barthe). Tampoco se limita a la Cristiandad occidental, sino que hace interesantes incursiones en grandes personalidades femeninas andalusíes o bizantinas. Es una pena que el texto no incluya imágenes, pues la mayoría de las mencionadas son de lo más evocadoras.

Posible autorretrato de Claricia
(Museo de Arte Walters de Baltimore)
Todos los ejemplos mencionados vienen acompañados de una importante labor de documentación, gracias a la bibliografía general donde se incluyen las obras de expertos y consagrados medievalistas como Régine Pernaud, Michelle Perrot, Georges Duby, María Luisa Bueno Domínguez o Isabel Morant.

En definitiva, Mujeres silenciadas en la Edad Media resulta una obra especialmente recomendada para aquellas personas que quieran acercarse por primera vez a esta particular liga de mujeres extraordinarias y que estamos seguras contribuirá a divulgar amplia y documentadamente la historia y aportaciones de las mismas en un mundo y una época todavía bastante mal conocidos. Gracias y enhorabuena, Sandra.

FICHA:
  • Título: Mujeres silenciadas en la Edad Media.
  • Autora: Sandra Ferrer Valero.
  • Formato y precio: Libro electrónico (ebook): 4,99 €
  • Editorial: Punto Editores, 2015.
  • Páginas: 125.

Comentarios

  1. Te comentaré una vez lo reciba. Lo he pedido hoy.
    Un saludo.
    Rosa María Milleiro Domínguez

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