La NO valoración del reinado de Juan Carlos I.
Llevo varios días dándole vueltas a sacar un
post en torno a la abdicación del rey. De hecho tengo varios borradores y es un
tema que sé que debo tratar aunque reconozco que no me siento en absoluto
cómodo. De hecho debo dar las gracias a Juan por las constantes sugerencias y aportaciones para este post.
La razón es que si eres historiador muy posiblemente
te habrán preguntado qué opinas sobre el tema. Y ya empiezo a no sentirme cómodo, porque yo no quiero opinar como historiador. Lo que quiero es generar
textos académicos de corte histórico donde la opinión tenga la menor cabida
posible. Soy consciente que la
objetividad es el ideal, que no la realidad.
En resumen, que como historiador no tengo
opinión porque además la abdicación del rey aún no es historia, sino periodismo.
Como persona por supuesto que tengo opinión, pero esta es tan válida
como la tuya o la del vecino del cuarto. Bien, es posible que yo pueda
razonarla con un sesgo histórico, pero reitero que esto no la hace mejor y en
Licencia Histórica hablamos de historia; para temas políticos mejor busquen otros foros.
Coronación de D. Juan Carlos I el 23 noviembre de de 1975 (Qué) |
Vamos a poner un ejemplo. El historiador Paul
Preston publicó en 1989 una biografía sobre Juan Carlos. Es más que evidente
que de 1989 a 2013 muchas cosas han cambiado; tantas, que contamos con una
edición actualizada hasta el año 2012/2013 titulada Juan
Carlos I. El rey de un pueblo.
A todas luces nos encontramos ante una obra
coyuntural. No es posible valorar la figura del monarca cuando apenas se ha realizado la abdicación. ¿Regenerará ésto a la Corona? ¿Qué ocurrirá con el sentir
republicano que se palpa en algunos sectores de la sociedad española? El
historiador responde del pasado, no del presente. Nos falta documentación y poso histórico para
valorar todo lo que está ocurriendo.
El propio Paul Preston publicó hace unos días
el artículo Una
inmensa legitimidad popular y reitero, no termina de gustarme el
historiador en el papel de analista (aunque lo respeto) de la actualidad. El catedrático de
Historia del pensamiento Javier Moreno Luzón hace lo propio en otro artículo
titulado La
complicidad entre trono y democracia. Santos
Juliá también ofrece su análisis histórico. Claro que al historiador especialista se le puede pedir un análisis sobre la abdicación, pero este siempre será apresurado y aventurado, y así lo entienden quienes lo hacen.
Don Juan Carlos I con casi todos los expresidentes de la democracia y D. Mariano Rajoy, actual presidente español (Periodista Digital) |
Que nadie espere tampoco que valoremos desde Licencia Histórica los libros de autores como Peñafiel o Pilar Urbano, que ni enlazo, pues me salgo de mi especialidad. No son libros de Historia, valoradlos como queráis, pero no son libros que creo entren dentro del espíritu de este blog. Incluso he encontrado que un diario, casi al día siguiente del anuncio oficial de la abdicación, ofrecía a sus lectores un libro llamado De Juan Carlos I a Felipe VI. Cuando menos arriesgado, y que me perdonen.
Por lo tanto, poco os puede ayudar la Historia
en esta coyuntura salvo en ver las cosas desde una perspectiva histórica, que
no es poco y mucha falta hace. El saber histórico te hace menos manipulable,
más libre en tus decisiones y valoraciones.
Si tuviera que empezar por algún lado con la
figura de Juan Carlos I sería en el periodo de la Transición, donde creo que sí
que comenzamos a ver bibliografía sólida. De ella te dimos cuenta en la entrada
que dedicamos a Adolfo
Suarez. Y dentro de unos 30 años hablamos de la figura histórica de Juan
Carlos.
Por otra parte, estamos en un momento histórico muy curioso para las monarquías europeas, incluyendo entre ellas el Papado (que, a efectos jurídicos, no deja de ser una monarquía teocrática). En Febrero de 2013 renunció al puesto de Sumo Pontífice Benedicto XVI (de nombre secular, Joseph Ratzinger). Poco despues, en Abril del mismo año, renunció al trono de los Paises Bajos la reina Beatriz. En Julio de 2013 abdicó Alberto II de Bélgica. Y no mucho más tarde, en Junio de 2014, lo hace Juan Carlos I de España.
Esto puede ser objeto de análisis histórico. ¿Cómo se justifica esta "ola" de abdicaciones? Tal vez un motivo sea la mayor longevidad de toda la sociedad, incluyendo a las testas coronadas: no es lo mismo enfrentarse a los problemas de un estado con 40 años que con 80, tanto por fuerzas física como por relación con la parte más joven de la sociedad. Los escándalos en torno a algunas de estas cortes tampoco son triviales, claro. Y, desde luego, los problemas políticos propios de las modernas monarquías parlamentarias no son los mismos que los de otras épocas.
Todo suma, e incluso para el poderoso Carlos I llegó un momento en que se quedó sin fuerzas y entregó una corona, con un inmenso poder sobre medio planeta, a su hijo Felipe II. Una vez más, la historia nos guía para intentar comprender el presente.
No dejamos de tener curiosidad acerca de lo que dirán los libros de historia dentro de unas cuantas décadas sobre todo esto. De momento, los árboles no nos dejan ver el bosque.
Momento de enorme trascendencia y significado.El rey Juan Carlos abraza al príncipe de Asturias tras firmar su abdicación. Fuente: El PAÍS. |
Esto puede ser objeto de análisis histórico. ¿Cómo se justifica esta "ola" de abdicaciones? Tal vez un motivo sea la mayor longevidad de toda la sociedad, incluyendo a las testas coronadas: no es lo mismo enfrentarse a los problemas de un estado con 40 años que con 80, tanto por fuerzas física como por relación con la parte más joven de la sociedad. Los escándalos en torno a algunas de estas cortes tampoco son triviales, claro. Y, desde luego, los problemas políticos propios de las modernas monarquías parlamentarias no son los mismos que los de otras épocas.
Todo suma, e incluso para el poderoso Carlos I llegó un momento en que se quedó sin fuerzas y entregó una corona, con un inmenso poder sobre medio planeta, a su hijo Felipe II. Una vez más, la historia nos guía para intentar comprender el presente.
Tapiz del Siglo XVIII que representa la abdicación de Carlos V. Fuente: Wikimedia |
Un saludo.
PD: Me vuelvo a la Edad Moderna; con los Austrias me
encuentro mucho más cómodo.
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