De re filmica: el cine como fuente histórica
Dalí y Buñuel. Autores de un perro andaluz (1929) Imagen extraída de aquí. |
Se me ocurren una y mil utilidades como por
ejemplo rastrear la verdadera historia y vida cotidiana de los españoles del
siglo XX. Reconozco que ahora mismo me encuentro bastante influenciado por la
lectura que estoy realizando: La vida cotidiana en el mundo hispánico con
Manuel Peña como editor y publicado recientemente por Abada. Me parece muy
interesante este campo de la Historia y creo que podría dar muchos frutos en
todos los momentos históricos. Evidentemente los modernistas o medievalistas no
pueden recurrir a la fuente visual, y los historiadores que utilicen la imagen deben
hacerlo teniendo en cuenta que lo que ven es una visión sesgada de la realidad,
realmente como cualquier otra fuente. El cine-ojo de Vertov dio films tan
buenos como El acorazado Potenkim (1925) de Eisestein, pero la pretendida
objetividad resultó ser, cómo no, otra utopía inalcanzable.
Realmente los historiadores deberíamos estar
más atentos a las necesidades a la sociedad que servimos. Los éxitos de
Cuéntame o Amar en tiempos revueltos pueden tener una y mil lecturas, pero una
de las que nos interesa a nosotros es que los españoles tienen la necesidad de
revisitar o ahondar en nuestra historia reciente. No dudo de la honestidad de
los guionistas de la serie, pero es evidente que estas series muestran una
realidad teatralizada de aquellos periodos históricos y que el material que
ahora se pone a nuestra disposición puede ayudarnos, a nosotros historiadores,
a explicar a los españoles la postguerra y la transición democrática de manera
más realista. A los más jóvenes lo que
más les puede chocar de aquellas épocas es la manera de concebir la vida, el
mundo, o el amor. Si contáramos con el Delorean, viajásemos a 1960 y hablasemos con personas que tuvieran la misma edad que nosotros, se produciría un choque brutal ¡Y casi
no nos separan ni medio siglo! Y es que otra vertiente de la historia que me
parece sumamente interesante es la complicada y sugestiva historia de las
emociones. Leí hace algún tiempo una obra enormemente interesante titulada Accidentes del alma. Las
emociones en la Edad Moderna, editada también por Abada con James S.Amelang y María Tausiet como editores. Y es que el sentimiento del amor es
universal, atemporal, pero no su manera de mostrarlo y sentirlo. El cine vuelve
a ser un buen barómetro para afinar en estas escurridizas cuestiones. Ejemplo
de ello es la imprescindible Un tranvía llamado deseo (1951) del controvertido
Elia Kazan y que hizo de Marlon Brando un mito erótico. Esta película sería a
día de hoy irrealizable y Marlon Brando habría sido tachado de maltratador sin
paliativos. Cambian las sensibilidades y esos cambios tienen su reflejo en la Historia.
Fort Apache (1948) |
Cambian también las sensibilidades incluso a
la hora de crear, de recrear, nuestro pasado histórico. Fijaos por ejemplo el
cambio de perspectiva de Fort Apache a Bailando con Lobos, de Objetivo Birmania
a Salvar al soldado Ryan. Es algo obvio, pero no lo es tanto el analizar el por
qué de esos cambios. Y también muy interesante reflexionar sobre por qué
quieren contarnos así la historia. Porque seamos sinceros, la historia a día de
hoy no se cuenta en las aulas sino que se proyecta en nuestras pantallas. Ejemplo de ello 300. A nivel visual
impresionante, como historia muy potente, pero desde el punto de vista
histórico muy interesada y sesgada. Nacida tras la conmoción de los atentados
del 11- S, se nos presenta un Oriente decadente, monstruoso y bárbaro frente a
un Occidente recio, recto y noble. ¿Fueron realmente las cosas así? ¿Qué sabe
sobre los persas un espectador medio? Posiblemente nada y saldrá con una imagen
de ellos que nada tiene que ver con la realidad.
Cine e historia. Dos mundos hermanos. Dos
mundos que se interrelacionan de manera inevitable. En medio de la crisis de
las Humanidades, crisis por otro lado tan antigua como las propias Humanidades,
de reordenación de los programas universitarios, de crisis del modelo. ¿No
parece pertinente que la Historia del Cine entre a formar parte de nuestra
formación y saberes para desarrollar mejor nuestra tarea? Hay mucho que hacer,
mucho que aprender y el pesimismo no es ni siquiera una opción. A pesar de todo, siempre nos quedará París.
Que la fuerza os acompañe.
Que la fuerza os acompañe.
a mi en particular me encanta ver la historia, digamos que en contextos más cercanos, no sé como explicarlo...pero sí la literatura y el cine son fantásticos para comprender mejor ciertos periodos.Aunque obvio es importantísimo tener bien las bases, así se disfruta más...por ejemplo cuando leí Oliver Twist pues ya tenía referencias del contexto del siglo XIX...se habla mucho de los niños que trabajaban pero no tanto de los que preferían vivir de robar (aunque arriesgaban su libertad con eso) a soportar las 16 hrs de trabajo, entonces como que ves las dos caras de la moneda. Y ver la peli--aunq le cambian muchas cosas al libro--te mete mas en ese mundillo tan sucio y podrido q x desgracia exisitió (y en muchos lugares del mundo aún existe)
ResponderEliminarEn fin, más q libros y fechas y personajes importantisimos me agrada ver historias de la gente común y como su contexto afectaba sus vidas ejm, q largo coment!! :S bueno me voy
felicidades x el blog me ha gustado mucho
http://thekids-areallright.blogspot.mx/