La paleografía en los archivos hispanos

Comentando con los compañeros del blog posibles temas a abordar, recordamos un post de hace tiempo sobre paleografía. Debido a la antigüedad de dicha entrada, aprovechando que me gusta mucho el tema y estoy con varios cursos sobre ello, he pensado en escribir sobre algo que es necesario para aquellos que estudian la Edad Media y la Edad Moderna, como es la paleografía.
Abdicación de Petronila en su hijo Alfonso II de Aragón. Fuente: Conscriptio
Como todos sabemos, sobre todo aquellos que van continuamente a archivos y ven distintos tipos de documentación, esta ciencia -y sí, digo ciencia-, nos sirve (y de mucho, dicho sea de paso) para leer e interpretar las fuentes y poder conocer acontecimientos del pasado. No obstante, para ello, hay que tener mucha práctica y constancia en la lectura de este tipo de documentos. Además, hay que conocer la evolución de los signos, letras alfabéticas y numéricas, las sinfines de abreviaturas, etc. En fin, algo que puede ser un caos cuando somos novatos pero que poco a poco vamos dominando, si tenemos paciencia y constancia (aquí hablo desde la experiencia).
Letra itálica cursiva. S. XVII. Blog Paleografías americanas
Yo recuerdo que en cuarto de carrera ya empecé a visitar algún archivo. Comencé por lo más fácil, el siglo XVIII, para ver qué tipo de letra me podía encontrar, después de haber visto en las clases de paleografía las diferentes tipologías durante la Edad Media y Moderna. Al principio me resultó difícil, luego podía hacerlo casi con los ojos cerrados. Posteriormente, algo así me ha estado ocurriendo con la letra del siglo XVII. Al principio odié los números porque sobre todo durante el siglo XVI y primeras decenas del XVII estuve viendo que únicamente aparecían en números romanos y me costó adaptarme. No obstante, poco a poco me fui habituando y luego todo me pareció más sencillo. Por eso, he pensado en seguir con ello en el blog y traeros, de vez en cuando, algunas pautas para que os sea más fácil el "trabajo de campo" - aunque como ya decimos, todo es práctica -.
Números romanos (izq.) versus números arábigos (dcha.)
En esta segunda entrada (primera en mi caso) voy a tratar de exponeros en primer lugar, los principios por los que se rige la paleografía y los elementos estructurales y constitutivos de que la componen.

Hasta la mitad del siglo XX, cuando J. Mallon no publicó su Paleografía Romana, la paleografía se veía como un recurso auxiliar de la Historia y no como una ciencia en sí. Junto a Marcel Cohen, lingüista francés, se consideraron desde entonces varios principios o leyes para el estudio de la escritura, que podemos resumir en cuatro:
  • 1ª. Ley. La evolución de la escritura trazada. Esto se debe a la influencia y fuerza que se pone en la mano con la que se escribe. Esto da origen a dos tipos de escritura, dependiendo del autor. Si el escritor levantaba poco la mano, escribía rápido o con el mínimo esfuerzo, la escritura será cursiva. En ella podemos observar que generalmente se omitirán signos, aparecerán abreviaturas, etc. Al contrario, si el redactor escribía de forma lenta o cuidadosa, la escritura será redonda. Asimismo, en la documentación podemos encontrar también una escritura híbrida, que utiliza elementos tanto de cursiva como redondas.
  • 2ª. Ley. Distinción letras naturales y letras artificiales. Las primeras se trazan al correr de la mano y varían según la grafía de cada momento. Las segundas se van "inventando" para dar originalidad y belleza al documento.
  • 3ª. Ley. La posición de la mano del que escribe y el instrumento del que escribe. Tanto en el pasado como hoy en día, las posiciones al escribir no siempre son iguales, lo que provoca una distribución desigual, escribir con trazos finos o gruesos, etc. A todo esto le tenemos que añadir el material en el que escribe el autor, el cansancio, la edad, u otras circunstancias que pueden ocurrirle al narrador. 
  • 4ª. Ley. El entorno social donde se elabora el texto y la categoría social de la persona que escribe. 
Aparte de estos principios, podemos ver la evolución de las letras y las formas gráficas a través de varios elementos: 

  1.  Morfología: la forma externa de la escritura, sus trazos y rasgo.
  2. Ángulo: se observa mediante la inclinación de la pluma del escritor.
  3. Ductus: Es el orden y sentido de los trazos, que van de izquierda a derecha y de arriba abajo. Si el escribano anotaba y levantaba la mano se podían formar borrones, debido a la tinta. G. Cencetti en su Lineamenti di storia della scrittura latina, publicado la primera vez en los años 50, comenzó a diferenciar que el ductus variaba según la ejecución de la escritura y no de la letra, diferenciando el llamado ductus caligráfico (posado), y ductus cursivos (rápidos).
  4. Módulo: Tamaño de la letra (se mide la anchura y altura).
  5. Peso: Grosor de los trazos, pudiendo ser fino o grueso
Hay muchos manuales sobre paleografía y guías de la tipología de escritura. Los que os recomiendo aquí son los que yo he consultado y me han venido bastante bien hasta ahora. Uno de ellos, es el Manual de Paleografía y Diplomática de la UNED, yo creo que el libro por el que casi todo el mundo empieza en la carrera, como bien decía Roberto en la entrada de 2012. 

Otro de los libros que he utilizado con frecuencia, sobre todo en mis inicios, fue el de A. Riesco Terrrero, Introducción a la paleografía y diplomática general, publicado en el 2004 por Síntesis o el de A. Millares Álbum de Paleografía Hispanoamericana de los siglos XVI y XVII, publicado en 1975 por Albir. Pero si miramos en los buscadores de las bibliotecas de nuestra universidad o en la Biblioteca Nacional, veremos que hay un sinfín de libros que podemos consultar para ayudarnos a resolver los enigmas que nos pueden causar algunos documentos. Lo único que necesitamos (recalco) es paciencia y constancia.

Sin embargo, también me he valido de diversas páginas web como son:


Logo plataforma edX
Por otro lado, para estar al día siempre es aconsejable seguir haciendo cursos sobre paleografía o transcripción de documentos. Generalmente, soy de la opinión de hacer estos cursos de forma presencial pero cada uno tiene sus agendas diarias y eso las universidades y otros centros lo saben. Por ello, ¡no os desesperéís!, suelen preparar diversos cursos de forma on-line, para que podáis hacerlo desde casa. 

Por ejemplo, hace unas semanas, a través de la plataforma edX, la Universidad Carlos III (puntera en este sector, o eso tengo yo oído) se está realizando un curso sobre la caligrafía y paleografía en los archivos hispanos durante la Edad Media y la Edad Moderna en julio de este año Leonor Zozaya dará un curso sobre la paleografía de las Edades Media y Moderna a través de su blog.

Si los cursos no son lo vuestro porque estáis muy ocupados, hay también recursos web para practicar, si tenéis tiempo, de forma gratuita. Por ejemplo, la Spanish palaeography tool con documentos del siglo XVI y principios de la centuria siguiente, en el que podéis descargar la transcripción y la imagen y, sin hacer trampas, podéis ver que tal llevais la letra cortesana o la procesal. Los "pros" de la web es que los documentos están escritos en español y los documentos se localizan rápidamente. Los "contras": las instrucciones se presentan en inglés y sólo hay documentos (que yo haya visto) hasta 1606.
Logo grupo TAEDIUM
Por otro lado, está Scriptorium, de la Universidad de Barcelona, creada por el grupo de investigación TAEDIUM, que ofrece recursos para aprender paleografía. Los pros en este caso es que tiene un tutorial de iniciación a la lectura, transcripción de manuscritos y ejercicios de autocorrección de abreviaturas. El problema aquí es que únicamente está en catalán. Como estas, seguramente hay muchas otras. 

En definitiva, todos comenzamos siendo novatos pero poco a poco, leyendo día a día diferente documentación del pasado, vamos aprendiendo nuevas formas de abreviaturas, nexos, ligaduras, palabras; que antes no teníamos en la cabeza. Todo es práctica, señoras y señores. Sin ella, y sin la paleografía, ahora mismo nosotros no podríamos interpretar esas fuentes primarias que, por un lado, nos gustan pero, por otro, a veces parecen tediosas.

Desde Licencia Histórica os deseamos una Feliz Semana Santa.

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