Leopoldo II, un emperador a finales del Antiguo Régimen
Martin Van Meytens, Francisco I y su familia. |
José II, primogénito de los emperadores María Teresa y Francisco I, de la casa de Habsburgo-Lorena, fue uno de los grandes déspotas ilustrados del siglo XVIII. Fue elegido como emperador, tras la muerte de su padre, el 18 de agosto de 1765. Entre los hermanos que tuvo, del que vamos a hablar hoy en el post es de Leopoldo, que fue el elegido en suceder el Imperio meses después de la muerte de José II.
Pompeo Batoni, Leopoldo II (izq.) y José II. |
Finalmente, el 20 de febrero de 1790, José II murió en Viena. Como monarca ilustrado que era, se rodeó de músicos como Haydn, Mozart o Beethoven. De hecho, ese imos año de su muerte Beethoven compuso la Kantate auf den Tod von Kaiser Joseph II (Cantata a la muerte del Emperador José II), WoO 87 que podemos seguir escuchando a día de hoy.
Federico "El Grande" |
Tras la muerte de José II, fue el heredero del reinado de Bohemia y Hungría, además de ser el archiduque de Austria, títulos que mantuvo hasta su muerte. Durante su reinado, consiguió sofocar las sublevaciones de Hungría y la Bélgica actual. Con Federico Guillermo II de Prusia, firmó una alianza para poder hacer frente a la Francia revolucionaria.
Meses después, el 30 de septiembre, Leopoldo sería elegido como el nuevo emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, bajo el título de Leopoldo II. Desde su elección, los problemas se le venían tanto por el oeste como desde el este. Por un lado, por la Revolución Francesa, su hermana María Antonieta, esposa de Luis XVI, corría peligro, debió a la sublevación de la población francesa.
Declaración de Pillnitz |
Por otro lado, Catalina II de Rusia, con la escusa de la Revolución Francesa, planteaba adentrarse hacia el oeste, con el objetivo de adueñarse Polonia. Ante esta situación, Leopoldo tuvo que hacer frente durante su reinado en el imperio. Así, el 25 de agosto de 1791 redactó la Declaración de Pillnitz, en la que estaba dispuesto a intervenir en Francia, cuando también lo hiciera Prusia, Rusia y Gran Bretaña.
Luis XVI y María Antonieta |
PD:
Como la música es una "revelación mayor que toda la sabiduría y la filosofía" como diría Ludwig an Beethoven, aquí os ponemos la primera parte de la cantata en honor al emperador José II, para vuestro disfrute, pues la vida sin música no es vida. ¡Que pasen un buen día!
Bibliografía:
- McGuigan, Dorothy Gies: Los Habsburgo, Barcelona, Grijalbo, 1984,
- Berenjer, J.: El Imperio de los Habsburgo, Barcelona, Cátedra, 1992.
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