Entonces, ¿cual ha sido la persona más influyente de la historia?

Hasta las personas más insignificantes ejercen cierta influencia en el mundo.
Louisa May Alcott

Vivimos en un mundo de listas. Desde la lista de la compra a la lista de los grandes éxitos musicales, o, por supuesto, la de resultados de los buscadores (que, además, tienden a hacernos caer en la trampa de la burbuja de filtros). Tendemos a automatizar la asociación entre lo que buscamos o necesitamos y dichas listas, de modo que lo que no está en las mismas no existe.

A esta tendencia le sumamos el afán de ordenación, al que dichos buscadores contribuyen de manera significativa: los mejores discos, las recetas más sanas, los libros más leídos... y claro, no podía faltar la lista de las personas más influyentes de la Historia, cuya existencia tal vez esté influida además por el afán de llevar hasta el extremo la "cultura del ganador".
Desfile de figuras históricas (Reflexiones marginales)
No puede haber orden cuando hay mucha prisa

Aunque hoy tendemos a culpar de todo a Internet, este afán no es nuevo. Las listas de éxitos musicales comenzaron con la lista Billboard en 1936. La revista Time realiza desde hace mucho un número anual sobre las 100 personas más influyentes en el mundo en ese año. Y en lo referente al tema que nos ocupa, en 1978, el astrofísico estadounidense Michael H. Hart publicó el libro "Los 100", un ranking personal con las personas más influyentes de la historia. El autor tiene la deferencia de reconocer que se trata de una lista subjetiva y personal, sin escudarse en distintos algoritmos para realizarla; en todo caso, sus criterios al menos, si bien personales y discutibles, parecen razonablemente bien pensados:

  • no se aceptan personajes anónimos (el descubridor del fuego, de la rueda, etc.);
  • la influencia de las personas se juzga por sus actos, y no por la facilidad de que otros los hubieran llevado a cabo;
  • que sus actos tuvieran una repercusión conocida o valorable; evidentemente no han tenido la misma influencia en la historia de América los españoles del siglo XVI que los vikingos, aunque llegasen antes;
  • el número de personas sobre las que se influyó, en qué grado y a lo largo de cuánto tiempo, o cuántos de esos logros permanecen;
  • se otorga mayor peso a aquellos actos cuyas repercusiones sean de tipo universal frente a aquellos que solo ejercieron una influencia más o menos local.

Conforme a los mismos, sitúa a Mahoma en primera posición (por delante de Jesucristo), argumentando que éste creó y difundió el islamismo, dando origen a un movimiento militar y político inmediato. En el caso del cristianismo, la difusión recayó en buena medida en San Pablo y las consecuencias políticas tardaron mucho más en hacerse notar. Como decíamos, al menos son criterios razonados.

Si quieren ver la lista completa, la tienen aquíSi la miran con calma, a priori parece sensata (evidentemente discutible, pero no descabellada). Sin embargo, Hart ha sido abiertamente acusado de racismo con su cuarto libro (Comprender la historia humana); no en vano, ha reconocido públicamente apoyar la idea del Nacionalismo Blancoideología que aboga por una definición racial de la identidad nacional. Esto probablemente introduzca un sesgo importante en el listado, aunque sea de manera inconsciente.
Representación de un listado (revisado) como el de Hart (English Ayamonte)
Automatiza, que algo queda

Hace 40 años era complicado hacer un ejercicio como éste de forma distinta a la empleada por Hart. Pero, hoy día, con la gran capacidad de cómputo y los algoritmos desarrollados para aprovecharla, ¿puede realizarse un ranking con un enfoque más objetivo? Veamos algunos ejemplos.
Portada del libro Who is bigger?
(whoisbigger.com)

En 2013 se publicó el libro ¿Quién es más grande? con la lista resultante del trabajo realizado por los informáticos Steven Skiena (de la universidad de Nueva York) y Charles Ward (de Google). El método empleado tiene ciertas semejanzas al usado por los buscadores: basándose sobre todo en la Wikipedia (versión inglesa) y algunas otras páginas relevantes, el algoritmo que diseñaron ofreció una lista ordenada según la reputación de dichas figuras históricas, incluyendo una previsión sobre su decadencia a lo largo del tiempo. Conforme a dicha lista, la figura histórica más relevante sería Jesucristo, seguida por Napoleón y Shakespeare.

Otra lista, en 2014, fue realizada por varios investigadores de distintas universidades. Una vez más, la base fue la Wikipedia, aunque en este caso, en 24 idiomas y conforme a la combinación de los resultados de 3 algoritmos: PageRank, 2DRank y CheiRank. Aquí los resultados son de lo más curioso, ya que aparecen, en puestos absurdamente altos, figuras como Barack Obama o George W. Bush.

Finalmente, una de las listas más recientes fue realizada a primeros de 2016, basándose, como no, en la Wikipedia, y fue elaborada a cabo por un equipo de programadores de la empresa GitHub. Su algoritmo combina distintos factores como la longitud de los artículos, la cantidad de enlaces externos o la época en la que vivió cada uno de los personajes; conforme a los mismos han logrado establecer su propia clasificación, según la cual fue Adolf Hitler el hombre más influyente de la historia. En este caso, lo que parece chirriar es que el top ten está copado por personajes de los siglos XIX y XX.

El propósito de la computación es la comprensión, no el obtener números

¿Conclusiones a sacar de todo esto? Evidentemente, cada cual que saque las suyas propias, pero yo expongo aquí las mías, y pueden rebatirlas o enriquecerlas en los comentarios. La primera, es que cualquier intento de realizar esta clasificación no deja de ser una discusión bizantina, aunque reconozco que intelectualmente estimulante en muchos aspectos. Cualquier intento de ordenación basado en conceptos abstractos como la influencia (por más que la intentemos hacer depender de aspectos medibles) será difícilmente considerado irrebatible.

Tal vez con el tiempo alguien dé con la clave que permita realizar una lista que sirva como referencia que se considere universalmente válida, pero la selección de los criterios a emplear introduce necesariamente, para una tarea como esta, un factor subjetivo. Fíjense, por ejemplo, el fuerte sesgo anglo-americano, y referido a los dos últimos siglos, que parecen introducir los ejemplos citados.

Por otra parte, puede parecer curiosa esta tendencia a desarrollar estos listados por parte de informáticos; sin embargo, piensen un poco más allá. De la misma manera que para probar otros algoritmos lo que se hace es emplear como benchmark el cálculo de los decimales del número pi o el problema del viajante, estos rankings pueden ser tomados en el mismo sentido: como una forma de ver cómo de bueno es un algoritmo destinado a la clasificación, usando distintos criterios. La diferencia es el impacto, ya que además de esa lista puede sacarse un libro accesible para el gran público de manera relativamente sencilla. Realmente no hay solución definitiva al problema de la persona más influyente de la historia (de la misma manera que por definición no pueden saberse todos los decimales de pi), pero hay soluciones que nos parecen más lógicas que otras.
Otra conclusión es, que a día de hoy, la Wikipedia es fundamental para la difusión del conocimiento, tal como demuestra que todos estos algoritmos hayan tomado a la misma como base. Los detractores de la misma pueden tener argumentos en su contra, algunos bien fundados; pero, cara a la divulgación y como primera puerta de entrada a cualquier tema, se ha convertido en el estándar de facto. ¿No les dice nada que no hayan recurrido a la celebérrima y reputada Enciclopedia Británica?

Para concluir, y a modo de divertimento, les dejo otra lista, aunque en este caso puramente pictórica. Se trata del cuadro de los artistas chinos Dai Dudu, Li Tiezi y Zhang An, titulado "Discutiendo la Divina Comedia con Dante". En él aparecen 103 figuras célebres de todos los tiempos, desde Leonardo da Vinci o Julio César a George W. Bush y Marlon Brando. Los artistas aparecen en la esquina superior derecha con el propio Dante, meditando con su obra, de alguna manera, sobre nuestra obsesión con las celebridades. Aquí les dejo una página interactiva que permite leer la biografía de cada uno de los personajes del cuadro al hacer clic sobre su retrato. 
Discussing the Divine Comedy with Dante, de Dai Dudu, Li Tiezi y Zhang An (Clip Tank)

Comentarios

Entradas populares