¿Cómo funciona un libro electrónico?
La imprenta es un ejército de veintiseis soldados de plomo con el que se puede conquistar el mundo.
Johannes Gutenberg
No tengo miedo a los ordenadores. A lo que tengo miedo es a la falta de ellos.
Isaac Asimov
Esta vez comienzo la entrada no con una, si no dos citas, ya que la combinación de ambas creo que encaja a la perfección con el tema de hoy. Más todavía viendo quienes son sus autores: el padre de la imprenta, y uno de los grandes escritores del siglo XX, ardiente defensor del libro en su formato tradicional, aunque su frase pueda dar a entender otra cosa.
No es mi intención el hablar de cual es la mejor marca o modelo. Ni siquiera voy a analizar copyright, copyleft o las posturas al respecto de creadores profesionales, editoriales o consumidores. Ya Roberto me adelantó haciendo un buen análisis de su nuevo juguete en la entrada anterior, la cual me da pie para este artículo, que hace tiempo tenía pendiente. Lo que pretendo es que entiendan ustedes la parte técnica del asunto, vean las ventajas e inconvenientes del sistema ebook desde un punto de vista tecnológico y, en definitiva, que saquen sus propias conclusiones, aunque daré un esbozo de las mías.
Para empezar, hoy hablemos de clave del asunto: la tinta electrónica; en posteriores entradas hablaré de algún aspecto importante a la hora de comprar un dispositivo como éste. Como en tantos y tantos casos, aunque como verán más adelante hubo esbozos anteriores, la idea para su uso actual nace en el MIT (Massachussets Institute of Technology), donde en los 90 comenzaron a trabajar en este concepto con una idea muy ecológica en la cabeza: reducir el consumo de papel mediante la implantación de un sistema de pantallas flexibles extraplanas. La comercialización de esta tecnología, bajo la forma de libros electrónicos o ebooks , comenzó en 2004 con el LIBRIé de Sony.
El funcionamiento es relativamente sencillo de entender. Realmente, hay dos ideas fundamentales y algo diferentes, la desarrollada por E Ink, y la desarrollada por Xerox, denominada Gyricon. No entraré a analizar otras técnicas aun minoritarias o en desarrollo.
Figura 1: esquema de funcionamiento de la tinta electrónica de E Ink (contenido libre de Wikimedia) |
En el caso de la tinta electrónica de E Ink, se precisan 3 capas de distintos materiales. Una capa inferior de microtransistores eléctricos, una capa superior protectora, y una capa intermedia, donde realmente está la acción. Esta capa intermedia está hecha de miles de microcápsulas de un polímero en forma de gel sensible a los campos electromagnéticos generados por la capa inferior; dentro de cada microcápsula hay unas minúsculas partículas de dióxido de titanio tintadas y con carga: blancas si tienen carga positiva, negra si es negativa. De este modo, la capa inferior genera los campos magnéticos correspondientes a la imagen que ha de aparecer en pantalla, atrayendo unas partículas y repeliendo otras. Así, forma ante nuestros ojos puntos blancos, grises y negros que forman el texto. Para terminar de entender esto, pensemos en que cada microcápsula tiene un diámetro de unos 100 µm, es decir, la décima parte de un milímetro, permitiendo una resolución apta para la creación de caracteres lingüísticos. En este caso, paradójicamente, la imagen derecha explica como se crean las palabras.
Figura 2: esquema de funcionamiento de Gyricon (contenido libre de Wikimedia)
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Aquí es cuando surge la pregunta: ¿y cual es mejor? Como casi siempre, no hay una respuesta absoluta. Bien es cierto que Gyricon es una tecnología más antigua y que permite menor resolución, puede ser muy útil en formatos de gran tamaño, como anuncios murales, o aplicaciones industriales. De hecho, su publicidad se está orientando a sus usos como papel electrónico reusable más que a la integración en los libros electrónicos. Lo que es innegable en ambos casos es la orientación a una lectura cómoda al tratarse de soportes no retroiluminados, lo cual cansa menos la vista. También persiguen un bajo consumo energético, ya que la ordenación de los puntos blancos/negros es persistente y no precisa refresco continuo.
Como contras podemos citar dos bastante obvias, independientes de la relativamente escasa oferta de contenidos actual: la velocidad de actualización de pantalla, y la no presencia de color. Cosa lógica, ambas están en fase de mejora, ya que son las dos principales lagunas a salvar por esta tecnología a día de hoy. Ya comienzan a verse dispositivos con buenas tasas de actualización, y, en lo referente al color, técnicamente hace tiempo que se ha logrado, pero tiene el grave problema de un precio bastante más elevado que los dispositivos que manejan escala de grises. Comienzan a comercializarse, en todo caso, algunos con precios relativamente asequibles. Además, si bien técnicamente se han basado hasta ahora en el uso de filtros, Philips tiene ahora mismo en desarrollo una técnica basada en micropartículas cian, magenta, amarillo y negro, con dos microcápsulas por cada píxel. Por otra parte, les invito a que vean este video; francamente interesante, y creo que deja bastante claro tanto la pequeña maravilla que es esta tecnología, como lo rápido que evoluciona.
En cuanto a la artificial guerra entre soporte en papel y soporte digital, me voy a limitar a unas pocas opiniones, del todo personales. Para empezar, la ambigüedad de la expresión “libro electrónico” o ebook, refiriéndose tanto al dispositivo como a las ediciones “no en papel” no ayudan al debate, y realmente las presuntas amenazas a un sector que no tiene claro aun como explotar esta tecnología provienen de la gestión de los contenidos. En lo referente a la tecnología, creo que ambos medios están condenados a entenderse, y que usaremos los dos dependiendo de la situación, del tipo de lectura o de nuestros hábitos… o del espacio, cada vez más exiguo, del que dispongamos para seguir acumulando papel. Seguramente nuestros hijos usarán libros en papel, pero de forma menos frecuente, mientras nosotros tenderemos al caso contrario. Por otra parte, a día de hoy no tengo duda de que el soporte electrónico se irá imponiendo en muchos casos, pero habrá que ver si prevalecerá el basado en las tecnologías que les acabo de explicar, o se impondrá más bien el uso de tablets, como está pasando ahora mismo, porque aunque no están optimizados para lectura, son más versátiles. A modo de dato, les invito a que examinen esta imagen y saquen sus propias conclusiones.
Casi como colofón, les he dicho que yo no les voy a hablar de marcas o modelos; pero como también imagino que quien se ha leído esto puede ser porque esté pensando en comprarse uno, sí les dejo una comparativa hecha por una página de confianza; espero les resulte útil, y saquen sus propias conclusiones. Les recomiendo encarecidamente también que peguen un vistazo al blog "Los futuros del libro", que estudia, desde distintos puntos de vista, cómo serán los hábitos de lectura de los tiempos venideros; además, ha visto ya recopiladas en formato libro las mejores entradas, demostrando la convivencia de los formatos. Por supuesto, no puedo dejar de rescatar este video, que si bien ya colgó Roberto hace tiempo, nos viene al pelo en esta ocasión.
Ah, por si se lo están preguntando, pese a mis tendencias geeks, me encanta el libro en papel; como supongo que les pasa a muchos de ustedes, para mí el soporte tradicional es casi un objeto de culto, y el tacto de un libro tiene un encanto que no pueden lograr los electrones. Pero lo que no podemos es asustarnos de los nuevos inventos ni intentar aplicar modelos de negocio inmutables a través del tiempo; supongo que cuando Gutenberg desarrolló la imprenta el gremio de amanuenses debió poner el grito en el cielo.
Cuídense.
Juan.
Muy interesante. Para mí el libro electrónico ha sido todo un descubrimiento, por su comodidad y optimización del espacio pero coincido contigo, como un libro a papel...
ResponderEliminarTienes más datos en entradas más recientes, Sandra. La cosa es darse cuenta de que cada uno tiene su lugar... Para leer en la cama, papel, sin duda. Para ir de viaje, la comodidad del electrónico es imbatible.
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